La Virgen de El Rocío camina hacia Almonte en el traslado
Los almonteños saltaron la reja, entre decenas de miles de personas, a las 15.30 horas de ayer, para tomar a hombros a la Virgen de El Rocío y llevarla, por un camino de devoción y polvo, desde su ermita hasta la parroquia de Almonte, en un rito, el traslado, que sólo se produce cada siete años. Los vecinos de Almonte celebran desde 1813 la denominada Solemne Función del Voto, para dar gracias a su patrona, a la que atribuyen el haberles librado de un ataque del ejército francés en la Guerra de la Independencia. El camino de la Blanca Paloma, vestida de pastora, (momento que refleja la fotografía tomada ayer) se prolonga durante unas 20 horas. La tradición marca que cuando el último rayo de sol dé en la cara de la Virgen, la cubren con una especie de tela impermeable que la protege.