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Arzalluz asegura que el PNV llegará "hasta donde sea" para lograr ya la paz en Euskadi

Aurora Intxausti

El PNV cree que es posible conseguir la paz en Euskadi durante la legislatura que se abrirá tras las elecciones autonómicas del 25 de octubre. Por eso está dispuesto "a llegar muy lejos, hasta donde sea, siempre que no dejemos de ser lo que somos", para lograr la pacificación. Así lo proclamó ayer en San Sebastián, tras la reunión veraniega del Euskadi Buru Batzar, Xabier Arzalluz, quien en tono claramente preelectoral lanzó duras críticas contra el PP y el PSOE, a los que acusó de formar un "frente nacional español" mientras dedicaba elogios a HB, con la que no excluye un pacto para gobernar.

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Arzalluz pronosticó que los próximos cuatro años serán "la legislatura de la paz, no para buscarla, sino para conseguirla" y aseguró que los peneuvistas están dispuestos "a llegar muy lejos, hasta donde sea, sin dejar de ser lo que somos" con este objetivo. El PNV, enfatizó su presidente, no tiene empacho en "sacrificar" por la paz "hasta la cuenta de resultados de un partido, que son sus votos. Lo haremos sin que nos tiemble el pulso, aunque nos acosen", agregó en el mismo tono, sin concretar sus palabras.

La ejecutiva del PNV interrumpió ayer sus vacaciones para celebrar en San Sebastián su tradicional reunión del mes de agosto, en la que preparó el programa electoral con el que comparecerá a las próximas elecciones al Parlamento vasco.

Frente nacional español

Arzalluz aprovechó su posterior conferencia de prensa para denunciar la existencia en el País Vasco de un "frente nacional español", que personalizó en el "trinomio" integrado por el ministro del Interior del PP, Jaime Mayor Oreja, el secretario de Política Autonómica del PSOE, Ramón Jaúregui, y el ex ministro socialista de Justicia e Interior Juan Alberto Belloch. En su opinión, tanto el PP como el PSOE tienen la "firme intención de derribar" al PNV, previa "satanización del nacionalismo por hablar con HB".

Las conversaciones entre el PNV y HB están temporalmente interrumpidas y se reanudarán en octubre, a pesar de que ETA mantenga su actividad terrorista, con el objetivo declarado de buscar fórmulas de pacificación. Arzalluz aseguró que las conversaciones con HB van bien encaminadas -"no estamos pesimistas", matizó-, pero tampoco quiso ofrecer detalles, porque lo mejor para obtener resultados satisfactorios, alegó, es "ser discretos". No quiso pronunciarse sobre la posibilidad de reclamar una tregua a ETA y aseguró desconocer si la actual inactividad terrorista -el último atentado se produjo el pasado 25 de junio, cuando fue asesinado el concejal del PP de Rentería Manuel Zamarreño- responde a una decisión o es fruto de una circunstancia puramente coyuntural.

En cambio, se mostró convencido de que se han producido cambios importantes en la actitud de HB, cuya nueva Mesa Nacional, elegida para sustituir a la condenada por el Tribunal Supremo, tiene "más capacidad de juego" y exhibe "otro talante más político" que su antecesora.

Según su análisis, la línea de enfrentamiento directo que representaba la ponencia oficial Oldartzen ha sido abandonada por HB, como demostraría su reacción ante los últimos acontecimientos, como el cierre del diario Egin. "Están jugando con la cabeza y muy inteligentemente, no dejándose arrastrar por el discurso de la violencia", aseguró.

El presidente del PNV se negó a precisar si su partido está dispuesto a llegar a un pacto con HB para gobernar el País Vasco tras las próximas elecciones, limitándose a señalar que es una de las opciones "no sólo reales, sino deseables para algunos".

Arzalluz recordó que primero debe pronunciarse el pueblo en las urnas y posteriormente su partido "atenderá a su deber". Aunque no quiso decantarse por ninguna opción concreta, añadió que "cualquier fórmula puede ser posible". Si los "nacionalistas españoles", argumentó, en alusión al PSOE y el PP, mantienen su decisión de no gobernar con los nacionalistas vascos y tampoco forman gobierno entre ellos, "algo tendremos que hacer".

Tras ironizar sobre un posible Gobierno de coalición entre socialistas, populares e Izquierda Unida, Arzalluz rechazó la creación de frentes entre partidos nacionalistas y no nacionalistas, por considerar que no son buenos para Euskadi, pero "si alguien se empeña en poner una barricada delante", reiteró, "algo tendremos que hacer".

El líder del PNV no ahorró críticas al PP y el PSOE. Del primero dijo que está "encastillado" en su política antiterrorista, que no cree que varíe en función de las elecciones vascas, aunque "quizás" sí tras las generales. A los socialistas les reprochó su reacción tras la sentencia del caso Marey. "Deberían haber mostrado más dignidad", afirmó, tras señalar que "un partido de raíz democrática tendría que haber demostrado otro talante" y que "cierta gente" va a dejar dicha formación convertida "de un gran partido a simplemente un partido grande".

El líder nacionalista aseguró que España es "un país extraño" donde se "glorifican determinadas acciones porque fueron contra la violencia, utilizando para ello idéntica violencia". Este tipo de actuaciones, agregó, "parece que son justificables para algunos. No sé qué criterio democrático hay en sociedades donde se plantean estas solidaridades".

Respecto a la incidencia que pueda tener en la campaña electoral vasca el ingreso en prisión del ex ministro José Barrionuevo y el ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera, señaló que al PSOE, como "partido con gente muy significativa en la cárcel, no debería serle de mucha ayuda", aunque mostró dudas sobre el "reflejo democrático de alguna gente".

Arzalluz advirtió que el caso Marey es "un pequeño secuestro fallido" en comparación con el caso Lasa y Zabala, todavía pendiente de juicio, en el que "dos jóvenes son secuestrados, torturados, muertos y enterrados. ¿Quién tiene estómago para defender eso en nombre de cualquier unidad de España ni de nada?", se preguntó retóricamente.

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Periodista. Trabajó en EL PAÍS entre 1985 y 2021, tanto en la redacción de el País Vasco como en Madrid. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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