El Valencia, colista en la Liga, alcanza los cuartos de la Copa
El equipo de Carlos Corberán elimina al Ourense en O Couto y Sadiq se estrena como goleador
El Valencia, colista en una Liga que se ha convertido en un tormento para los de Mestalla, encuentra la felicidad en la Copa del Rey, un torneo donde sigue abatiendo a rivales de categorías menores. El último, el Ourense, de la Primera RFEF, pero un digno rival que le tuteó en el pequeño O Couto durante muchos minutos, hasta que un error de Fran Carmona en el despeje puso en ventaja al conjunto de Carlos Corberán, que sigue cimentando una plantilla que parecía rendida. Si en la Liga se mantiene último, en la Copa ya está en los cuartos de final. Dos caras para un mismo equipo.
Carlos Corberán parece haber conseguido que el Valencia, al menos, se quite el miedo de encima. Su equipo ya no es ese once tembloroso y asustado de las últimas jornadas de Rubén Baraja. La Copa, además, es como una especie de alivio para un grupo que cada jornada de Liga pierde varios años de vida por la ansiedad y por todo lo que hay en juego. Así que rivales como el Eldense o, ahora, el Ourense, le permiten sentirse superior y más seguro de sí mismo. Tanto que, por momento, se puso elegante con el balón. El Valencia no se sentía intimidado por un rival hipotéticamente inferior y hasta Jesús Vázquez, acostumbrado a vivir constantemente amenazado en el lateral izquierdo, uno de los puntos débiles de su equipo, aprovechó una noche mucho más plácida para exhibir su repertorio ofensivo.
El conjunto valencianista presionó muy arriba y mostró la actitud que ha traído Carlos Corberán desde que llegó en Navidad, aunque aún sigue derrumbándose en los minutos finales. Pero el Ourense, en cuanto superaba la primera línea defensiva, se lanzaba directo a por el área de Dimitrievski. El antiguo técnico del West Bromwich Albion quiere que todos sus jugadores se sientan importantes. No duda en colocar en punta al cedido Umar Sadiq o en meter en el once al canterano Martín Tejón. El nigeriano se mostró muy activo, pero también muy cándido. Se espera algo diferente de un jugador con este físico. Disfrutó de las mejores ocasiones, pero no estuvo resolutivo en la primera mitad.
El Ourense, pasada la impresión inicial, no tardó en descubrir que su rival ladraba, pero no mordía. Los de Pablo López fueron sacudiéndose los complejos y, bajo la batuta de Fidalgo, creciéndose mediada la primera parte. El Valencia es un equipo que tiende al caos y enfrente se encontró a su contrincante que no va sobrado de talento pero que al menos opone orden y cabeza fría. Y, además, es feliz mientras mantiene virgen su portería. Ya eliminó a un equipo de Primera como el Valladolid y en esta ronda de octavos de final tuteó al Valencia durante buena parte de la eliminatoria.
El tiempo parecía correr a favor del Ourense hasta que un buen centro del valenciano Martín Tejón, muy incisivo por la banda derecha, origen de los mejores pases al área, acabó con un gol en propia meta de Fran Carmona, que no acertó en el despeje. El tanto obligó al Ourense a adelantarse y eso permitió que Sadiq encontrara los espacios que no aparecían antes. El delantero, liberado, no tardó en mandar un balón al larguero.
El Ourense se fue descomponiendo y lo primero que flaqueó fue su defensa, cada vez peor asentada en esa búsqueda del empate para seguir con vida en la Copa. Pero los de Pablo López no tenían otra opción y en una acción aislada se encontró con su mejor ocasión, un disparo seco de Ángel Sánchez al poste. La oportunidad encendió al Ourense, que se lanzó a la ofensiva, llegando al área con facilidad y aumentando una sensación de peligro que hasta entonces no había sentido el Valencia.
El terreno cedido atrás por el Ourense fue una bendición para Sadiq, al fin cómodo. El delantero nigeriano se fue creciendo y en una gran acción, con un recorte dentro del área, logró el segundo gol para su equipo, un tanto que sentenciaba la eliminatoria. Corberán, que había dejado el equipo en manos de seis canteranos, sumaba su segunda victoria, ambas en la Copa.
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