Convergència descarta que Duran sea número dos en las listas tras Pujol

Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) ignorará la pretensión de sus aliados de Unió Democràtica (UDC) de que Josep Antoni Duran Lleida sea el número dos de Jordi Pujol en las próximas elecciones autonómica. Felip Puig, secretario de organización de Convergència, el partido de Pujol, descalificó ayer la propuesta de sus aliados. "Parece que cada verano se vuelve a salir con la misma melodía y, por lo tanto, creemos que no hay ninguna propuesta seria sobre la mesa", declaró a la agencia Efe. Añadió que la cuestión del número dos de la candidatura de Pujol "no será objeto ni de consideración". El criterio adelantado por Puig como posición de su partido es diametralmente opuesto al de muchos dirigentes de Unió. Éstos creen que el actual presidente de la Generalitat no debe concurrir de nuevo a las elecciones con una candidatura de marcado signo personalista, como ha hecho hasta ahora, sino que la lista debe ser una expresión fiel de los valores específicos que aporta cada uno de los dos partidos integrantes de la coalición CiU. Creen, además, que en la próxima legislatura, en la que CiU se enfrentará a una potente opción encabezada por el ex alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, será muy importante que los principales líderes de ambos partidos tengan un escaño en el Parlamento catalán. El diputado de Unió Josep Sánchez Llibre, sostiene que si CiU gana las elecciones Duran debiera entrar en el Gobierno de la Generalitat como consejero sin cartera.

"Ambiciones personales"

Felip Puig es un dirigente de Convergència especialmente reacio a dar juego a las propuestas de Unió y ayer acusó a este partido de estar "ventilando en los medios de comunicación las ambiciones personales" de Duran Lleida. Calificó además este ejercicio como "culto a la personalidad" del líder democristiano. Y aseguró que estas opiniones coinciden con las de la mayoría de los dirigentes territoriales de Convergència. La dirección de Unió tiene previsto decidir el 31 de agosto si presenta formalmente a CDC la propuesta de que Duran sea el número dos de Pujol. Pero Felip Puig adelantó ya ayer que, si los democristianos lo hacen, la respuesta será que "no está previsto en los pactos de coalición y no nos planteamos que el número dos deje de ser de Convergència".

Esta agria discusión preelectoral entre los dos partidos que forman CiU está directamente relacionada con los cálculos que cada partido se hace para la sucesión de Pujol. El líder nacionalista y presidente de la Generalitat cumplió 68 años en junio. Al mismo tiempo, ambos partidos están también enzarzados en múltiples refriegas locales para ocupar los primeros puestos en las candidaturas de CiU para las próximas elecciones municipales. Convergència intenta evitar a toda costa que Unió amplíe su cuota.