Pamplona reordena las riberas del Arga, su proyecto más ambicioso esta legislatura
El proyecto urbanístico más ambicioso del Ayuntamiento de Pamplona en esta legislatura ha comenzado a hacerse realidad hace escasos días. Las máquinas excavadoras ya trabajan en las orillas del río Arga, el único de los grandes cursos fluviales navarros que nace y muere en la propia comunidad foral. Las obras inician lo que será un gran parque fluvial de más de 11 kilómetros de longitud que atravesará la ciudad de este a oeste permitiendo a todos sus vecinos disfrutar del río y de unas orillas peatonales.
Pese al esfuerzo de depuración de sus aguas que las autoridades han realizado en los últimos años, la ribera del Arga continuaba siendo inaccesible para los habitantes de Pamplona en buena parte de su recorrido. Las imágenes que el director de cine navarro Montxo Armendáriz recogió en su película Secretos del corazón, en las que el niño Andoni Erburu retaba a sus miedos atravesando una pasarela de piedras sobre el cauce del río Arga, recogieron una de las escasas conexiones humanas en la relación ciudad-río, marcada por la indiferencia cuando no la absoluta falta de vínculos entre ambos. Para unir río y ciudad se ha dado vida a un ambicioso proyecto. El presupuesto total del mismo asciende a 1.065 millones de pesetas, de los que 856 millones serán aportados por la Unión Europea que sólo puso una condición para contribuir: que el parque esté finalizado para el 31 de diciembre del año 2000. El proyecto se integra en un marco global de rehabilitación y adecuación de las orillas del río, denominado Plan Integral del Arga, cuyo presupuesto total asciende a 3.876 millones de pesetas, y en el que se incluyen múltiples actuaciones de integración del río en una trama urbana que ahora lo ignora a su paso por la ciudad. Dos puntos El Ayuntamiento de la capital navarra, que dirige Javier Chourraut, de CDN, ha elegido dos puntos distintos para empezar a dar forma al parque: el barrio de San Jorge y el área de Aranzadi. Ambos tramos están ya en marcha y su plazo de ejecución no superará los seis y doce meses, respectivamente. Numerosos vecinos acuden diariamente a la zona para contemplar los trabajos, entre los que se incluye la demolición de una de las presas del curso fluvial: la de San Pedro, de 197 metros de longitud, para su posterior reconstrucción. Al final, las ahora abruptas orillas del Arga se habrán convertido en una línea continua de caminos peatonales, senderos de bicicletas, iluminación, mobiliario urbano, nuevas pasarelas peatonales de conexión entre ambas márgenes, zonas verdes con árboles frutales, pérgolas y espacios de recreo señalizados y conectados con los diferentes barrios. A modo de avance de lo que será el parque, el Ayuntamiento ha finalizado la construcción de un parque, llamado Runa, en una de sus orillas en el que ha levantado una gran torre vigía a modo de faro fluvial, el primer faro que conoce Pamplona en su larga historia.
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