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LOS CONFLICTOS DE LA INMIGRACIÓN

Un barco de pasajeros rescata a 23 inmigrantes que estaban a punto de morir en una patera a la deriva

Veintitrés inmigrantes marroquíes fueron rescatados del mar a última hora de la tarde del pasado viernes por el barco de pasajeros "Ciudad de Málaga" que realizaba el trayecto Almería-Melilla. Los inmigrantes, que se hallaban en serios apuros porque la frágil patera en la que viajaban empezaba a inundarse, fueron trasladados a Melilla, desde donde ayer por la tarde fueron devueltos a Marruecos. Este último suceso se produce apenas un mes y medio después de que 38 marroquíes que viajaban en otra patera murieran ahogados a tres millas del cabo Tres Forcas, en aguas marroquíes próximas a Melilla.

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El oficial de guardia del Ciudad de Málaga, pasadas las ocho de la tarde, comprobó que los magrebíes estaban en dificultades ya que se había estropeado el motor de su embarcación. La tripulación del buque, que pertenece a la compañía Transmediterránea, consiguió rescatar a los 23 africanos, aunque uno de ellos, presa del pánico, se arrojó al mar. Finalmente el Ciudad de Málaga puso rumbo a las 8.45 de la tarde hacia Melilla, donde los emigrantes fueron recogidos por la policía. La patera había salido de las playas de Nador 24 horas antes. Sin embargo, la aventura de los 23 inmigrantes, todos ellos varones marroquíes, estuvo a punto de tener un trágico final. Cuando la embarcación fue avistada se encontraba a la deriva a 34 millas de las costas almerienses.

El capitán del barco, Isidoro Gorriño, comentó que preguntó a los inmigrantes cómo se atrevían a realizar un viaje tan peligroso conociendo las fatales consecuencias que este tipo de trayectos ya han tenido para muchos norteafricanos. La respuesta fue contundente: ayudándose del gesto del que quiere comer, dejaron claro que la necesidad de buscarse la vida como sea es más fuerte que el miedo a un incierto viaje.

Los pasajeros que el viernes viajaban en el Ciudad de Málaga tuvieron la oportunidad de vivir de cerca la odisea que prácticamente todos los días protagonizan decenas de norteafricanos. Al igual que para la tripulación del barco, para los pasajeros que se dirigían a Melilla resulta difícil olvidar las caras de espanto que tenían los inmigrantes. Excepto el susto por las horas de apuro que habían soportado en el mar, ninguno de los inmigrantes presentaba otros síntomas de malestar. Son originarios de Nador, Karia y Beni-Enzar, ciudades marroquíes próximas a Melilla.

Ha sido el segundo intento de entrada ilegal de un grupo de norteafricanos en España a través de las costas almerienses registrado el pasado viernes. Horas antes, efectivos de la Guardia Civil habían detenido en el puerto de Almería a otros seis inmigrantes. Tres de ellos tenían 14 años de edad y todos habían logrado llegar hasta Almería escondidos como polizones en las bodegas del buque Beni-Ansar, que había atracado en el puerto almeriense procedente de Marruecos.

A las 0.45 horas del sábado, el Ciudad de Málaga arribó al puerto de Melilla, donde la policía se hizo cargo de los inmigrantes clandestinos. Posteriormente les condujo a la comisaría para iniciar los trámites para su devolución. A las 17.30 de ayer fueron entregados a las autoridades marroquíes del puesto fronterizo de Beni-Enzar.

Ernesto Rodríguez, portavoz de la Delegación del Gobierno en Melilla, asegura que los inmigrantes serán repatriados de nuevo a Marruecos y lamentó que existan redes organizadas que se dedican al tráfico ilegal de personas que ponen en peligro la vida de seres humanos a los que además "cobran una cantidad de dinero abusiva".

Redes mafiosas

El portavoz del Gobierno en Melilla aseguró que se están realizando esfuerzos importantes para tratar de atajar las actuaciones.de este tipo de redes Según viajeros del buque de la Trasmediterránea, cuando el barco se paró y dio la alerta se asustaron bastante porque no sabían qué ocurría. "Posteriormente vimos desde cubierta la pequeña embarcación con bastantes personas. Resulta imposible creer que en una barca de esas características, y con un motor tan pequeño, pudiese haber llegado a salvo hasta la costa de Almería".De no haber sido por la intervención del buque de la Transmediterránea podría haberse repetido la castástrofe ocurrida entre finales de junio y principios de julio, cuando 38 marroquíes se ahogaron cerca de Melilla al ser embestida su patera por otra embarcación, según el testimonio del superviviente Hamid Ouli.

A raíz de esa tragedia y tras una entrevista mantenida el pasado jueves entre los ministros de Interior de España, Jaime Mayor Oreja, y Marruecos, Dris Basri, se ha incrementado aparentemente el control de las autoridades marroquíes. La Marina Real detuvo entre el jueves y el viernes a 49 emigrantes en dos pateras en aguas del cabo Espartel, cerca de Tánger. Dos pescadores, supuestos organizadores de una de las expediciones clandestinas, han sido arrestados.

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