Un barrio de Getafe intenta su cuarta fumigación contra los mosquitos

Es una batalla feroz. La Concejalía de Medio Ambiente de Getafe (143.000 habitantes) se ha propuesto amargarles el verano a los pertinaces mosquitos del barrio de Perales del Río, unos insectos que, como dice una chufla muy extendida en la zona, tienen reconocida la denominación de origen. Pero el alado enemigo es duro de roer.Los técnicos medioambientales realizaron anoche, a partir de las 22.00, una fumigación aérea por todo el barrio -la cuarta en lo que va de verano- con la esperanza de erradicar el problema en buena medida, aunque es probable que aún haya que repetir el proceso en alguna ocasión más.

Perales se encuentra a unos ocho kilómetros del centro urbano y cerca del río Manzanares, muy deteriorado en ese tramo de su curso. Por ello, el problema de los mosquitos es un incordio endémico para los 5.000 vecinos de la barriada, hartos de reclamar soluciones a los Ayuntamientos de Getafe y Madrid.

A la espera de un plan de tratamiento en profundidad de las riberas y las plantas de reciclado de lodos, Medio Ambiente confía en paliar las molestias con estas fumigaciones. Un portavoz getafense lamentó que, al otro lado de la frontera, el Ayuntamiento de Madrid no haga otro tanto de lo mismo, con lo que el problema mosquitero nunca acaba de resolverse.

Los productos que se utilizan en estas operaciones están homologados y no deben generar molestias, pese a lo cual se recomienda permanecer en el interior de los domicilios durante las fumigaciones y cerrar puertas y ventanas. En las desinsectaciones anteriores, los vecinos aseguraron que los mosquitos habían vuelto "a las pocas horas".