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Una competición mundial con reglas y dos premios

Steve Fossett es el competidor más aventajado en la carrera por dar la vuelta al mundo en globo, un desafío con sus propias reglas y muy pocos participantes que se denomina desde finales del año pasado la Copa Budweiser. La competición está abierta hasta el 31 de diciembre de 1999 y el ganador obtiene un premio de un millón de dólares (150 millones de pesetas), la mitad para él y la mitad para las organizaciones benéficas que elija. Pero el premio más importante es sin duda pasar a la historia, junto a los hermanos Wright o Lindbergh.Fossett es el único competidor, además, que lo intenta en solitario y sin cabina presurizada. Los demás globos tienen una tripulación de dos o tres personas y aire para respirar.

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El globo con un tripulante que intenta dar la vuelta al mundo ya está en el Índico

Los principales competidores de Fossett son el Virgin Challenger, un proyecto liderado por el empresario británico Richard Branson, y el Breitling Orbiter, financiado en parte por esta empresa suiza. Ambos vehículos han sufrido ya, en sus distintos intentos, peligrosos o simplemente embarazosos fracasos, que les han hecho quedar al borde del ridículo ante los espectadores que no conocen las dificultades y riesgos de cualquier intento de este tipo.

Accidente

El equipo golpeado más duramente por la desgracia ha sido el de Branson. En enero pasado no se abrió correctamente el paracaídas de uno de sus compañeros de tripulación, Alex Ritchie, que cayó, en Marraquech, desde una altura de 4.000 metros cuando se entrenaba para el siguiente intento. Fue rescatado con vida pero falleció en abril. El intento ha sido aplazado hasta el invierno.Antes Branson había realizado otros tres intentos. El de 1997 tuvo que interrumpirse antes de empezar cuando el globo se soltó de sus amarras. En 1996 terminó en el desierto argelino a las 25 horas de vuelo.

El Breitling Orbiter tuvo también grandes problemas en su intento del año pasado, que terminó en la India, tras haberse negado China a concederle el permiso de sobrevuelo.

El último de los tres intentos de Fossett, iniciado a finales de 1997 desde Saint Louis (Missouri, EE UU) terminó el 5 de enero de 1998 en una población rusa cercana al Mar Negro y fue el segundo vuelo más largo de la historia. Problemas con la calefacción y con uno de los quemadores le hicieron desistir, tras tener que desviarse para no pasar por encima de Libia. En 1997, Fossett logró llegar hasta la India y batió el récord de distancia, 16.630 kilómetros, que todavía ostenta, y el de duración, 6 días, 2 horas y 44 minutos, que está ahora en manos del Breitling Orbiter y que él mismo puede romper esta vez.

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