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Reportaje:

El globo con un tripulante que intenta dar la vuelta al mundo ya está en el Índico

Steve Fossett es el primero que atraviesa en este medio el Atlántico sur

En una pequeña cabina de material ultraligero, enganchado a una bombona de oxígeno para sobrevivir a más de 8.000 metros de altura (la del Everest), y dependiendo de unos calentadores para no congelarse, un hombre de 54 años, el estadounidense Steve Fossett, se encontraba ayer suspendido de un enorme globo sobre el sur del océano Índico tras haber partido en la madrugada del sábado de la ciudad argentina de Mendoza. Su meta es dar la vuelta al mundo en globo, el último gran desafío aeronáutico, y además hacerlo en solitario y sin cabina presurizada.

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Es la cuarta vez que Fossett, un aventurero y millonario estadounidense, intenta dar la vuelta al mundo en globo y ayer, cumplido el primer tercio de su recorrido, ya se había convertido en el primero en cruzar en globo el Atlántico sur. En un corto contacto en directo por televisión, dijo estar feliz por lo ya conseguido y optimista.Para intentar esta hazaña hace falta dinero, pero también un espíritu de aventura que no ceda ante los fracasos y con capacidad para escapar a los desastres potenciales que han sido la tónica general de los intentos de los dos últimos años. Fossett tiene todo esto y ayer, en su quinto día de viaje hacia el este, su globo, el Solo Spirit, estaba al sur de Madagascar, según informó su centro de control, en la Universidad Washington en Saint Louis (Missouri, EE UU). Llevaba recorridos más de 12.000 kilómetros y se acercaba a su récord de 16.000.

Es la primera vez que Fossett intenta la vuelta al mundo por el hemisferio sur, lo que añade riesgo a la misión, ya que la mayor parte del tiempo sobrevolará los océanos, mucho más inhóspitos que la tierra firme en caso de tener que descender.

Son los meteorólogos de su equipo los que van decidiendo la ruta, según los datos meteorológicos. El globo tiene que intentar sumergirse en las grandes corrientes de chorro, pero también debe evitar las tormentas, lo que resulta más difícil en el caso de Fossett que en los globos con cabina presurizada, que pueden alcanzar mayores alturas de crucero. La elección del hemisferio sur se debe en parte a los problemas políticos que se encuentran los aventureros al intentar sobrevolar algunos países en el hemisferio norte y en parte a que los vientos son más estables. Sin embargo, también son más débiles, lo que quiere decir que resulta más difícil el compromiso entre la carga máxima de combustible que puede llevar el globo y el tiempo calculado para dar la vuelta al mundo. Se supone que en estas condiciones el Solo Spirit tardará 18 días.

El nuevo intento, financiado por Fossett exclusivamente al igual que los anteriores, y patrocinado por la citada universidad, cuenta con un globo de mayor tamaño. Lleva una carga científica preparada por la NASA para probar la toma automática de datos meteorológicos, de posible aplicación en misiones espaciales. Cuenta también con un aparato de posición por satélite y un piloto automático que controla por ordenador los quemadores.

Todos los meridianos

A pesar de que hace más de 200 años que se hizo el primer ascenso en globo, todavía no se ha conseguido dar la vuelta al mundo, mientras que en avión se consiguió en 1986. Según las reglas de la Federación Internacional de Astronáutica, para que sea reconocido el récord, el globo debe cruzar todos los meridianos, es decir, debe tomar tierra al este del punto de partida. El recorrido debe superar los dos tercios de la circunferencia terrestre en el Ecuador, lo que supone mantenerse aproximadamente entre los 40 grados norte y los 40 grados sur. También debe haber constancia de su paso por determinados puntos y de que no ha tomado tierra. Esto último lo garantizan unos altímetros precintados situados en el globo.

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