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EL ÉXODO HACIA EUROPA

La inmigración ilegal invade las costas del sur de España en los meses de verano

Más de 7.000 inmigrantes detenidos en seis meses, 31 ahogados o desaparecidos y ocho cadáveres rescatados en lo que va de año -según fuentes oficiales- sin contar los 38 marroquíes muertos a finales de junio a tres millas de la costa de Melilla. Una mujer embarazada naufraga en una patera. Un inmigrante "ilegal" se arroja por la ventana de un juzgado en Algeciras mientras espera a que una juez le tome declaración. Son hechos que cada año oscurecen el verano, merced al buen tiempo que anima a muchos a intentar la hazaña de pasar el Estrecho en busca del bienestar que no tienen en sus países.

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La mejoría de las condiciones climáticas no es lo único que hace que las estadísticas exploten en verano. Especialmente en Marruecos y Argelia se produce en los meses de julio y agosto una llegada masiva de magrebíes que residen y trabajan en Francia, Alemania, Italia o España. Van a visitar a sus familias, y tratan de convencer a todos para que tomen la misma arriesgada decisión que en su día tomaron ellos: entrar en Europa como sea. La policía habla de un "efecto llamada". Tal vez eso explique por qué los detenidos en agosto y septiembre doblan a los del mes de julio.En lo que va de año, el saldo policial de la inmigración en España se resume en 6.849 detenciones de inmigrantes "ilegales" por parte de la Guardia Civil, -2.807 en la zona del Estrecho- y 625 de la Policía Nacional; 81 redes dedicadas al tráfico de indocumentados que fueron desarticuladas y en las que se detuvo a 206 personas acusadas de "favorecer la inmigración ilegal". La Guardia Civil asegura que en los primeros seis meses de 1998 se han interceptado ocho barcos pesqueros o de recreo que transportaban a inmigrantes y 281 pateras.

Las fronteras, principalmente la del sur, tienden a cerrarse. Cuando se dio a conocer en enero de este año el Plan Sur, un operativo especial para contener el flujo de inmigración, el director general de la Policía, Juan Cotino, explicaba que España tiene compromisos internacionales, como los acuerdos de Schengen, que "instan a reforzar la impermeabilidad de las fronteras y a poner en marcha acciones que eviten, o al menos reduzcan, el flujo de inmigrantes ilegales procedentes de África".

Pero no es la única vía de acceso al sueño europeo. La presión en las costas del sur de España ha hecho que los marroquíes y argelinos comiencen a mirar hacia Italia. La masiva afluencia de pateras con inmigrantes a las costas de este país ha provocado una tormenta política. Al final, el Gobierno ha optado por la vía dura, presentando un plan gubernamental para convertir las fronteras italianas en "impenetrables".

Pero los italianos se encuentran con un problema que la policía española conoce hace tiempo: los inmigrantes viajan indocumentados y no pueden ser expulsados del país hasta que se compruebe su nacionalidad.

Al mismo tiempo que se cerraban las fronteras, se ha desarrollado en toda Europa, y sobre todo en España -paso principal de los flujos migratorios-, un complejo sistema de redes de tráfico de inmigrantes. Según la Brigada Central de Extranjería, la mayoría de los cientos de pequeñas organizaciones que están detrás de este gran negocio se limitan a cruzar a los inmigrantes, pero se han detectado redes que ofrecen un "servicio completo", es decir, traslado hasta la costa, trabajo en condiciones precarias en algún lugar de España, o el viaje hasta otros países de Europa: Francia, Italia o Alemania.

El método para llegar a esos países es duro y tan peligroso como el cruzar el Estrecho a bordo de una patera: un compartimento minúsculo oculto dentro de una furgoneta en la que se recorre toda la Península. Los acuerdos de Schengen, que eliminan las fronteras dentro de la Unión Europea, facilitan el movimiento una vez que se ha cruzado la frontera exterior. Ejemplo de la peligrosidad de este viaje es un accidente ocurrido el 16 de marzo de 1997. Once magrebíes fallecieron y seis resultaron heridos al volcar el camión en el que viajaban en la N-II, cerca de Figueres (Girona). El camión estaba repleto de botellas de colonia que se rompieron en el choque y los inmigrantes murieron por los cortes producidos por los cristales

Los traficantes de hombres, si son detenidos, sólo podrán ser acusados de un delito contra la libertad de los trabajadores. Además de ser un delito menor es difícil de de mostrar. Así, la mayoría de los detenidos son puestos en libertad casi inmediatamente, por lo que algunos narcotraficantes están empezando a ver en este negocio pingües beneficios y escasos riesgos.

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