Los nuevos esclavos
Según un informe reciente de la Confederación Internacional de Sindicatos Libres, las mafias del tráfico de mano de obra ilegal trasladan todos los años a más de seis millones de inmigrantes que "en su mayor parte son embaucados con la promesa de un trabajo ficticio y obligados a pagar sumas descomunales". Es un negocio en auge, en expansión y muy provechoso. Estas mafias, dirigidas por gentes sin escrúpulos, "los nuevos negreros de los tiempos modernos", generan unos ingresos anuales estimados en 7.000 millones de dólares (un billón de pesetas). De acuerdo con el informe de la CISL, las tarifas actuales del traslado clandestino de Bangladesh a Alemania oscila entre 4.000 y los 6.000 dólares (entre 600.000 y 900.000 pesetas), y el viaje, en condiciones a veces infrahumanas, de China a EEUU viene a costar unos 25.000 dólares."Los esclavos de la mundialización" pasan a formar parte de la reserva de mano de obra explotada en sus países de destino, y son la víctima propiciatoria de los problemas generales en cuando se atisba la crisis. El cuadro de situación se caracteriza por la "ausencia de protección legal, infracciones en el cumplimiento de los contratos de trabajo, confiscación de los pasaportes y servidumbre hasta el pago de la deuda contraída con las redes del tráfico", por no hablar del sufrimiento que trae consigo el desarraigo. Los sans papiers denuncian estos días en París trabajos de jornadas de 12 horas pagados con un salario mensual no declarado de 2.000 francos (50.000 pesetas).
El convenio sobre los trabajadores emigrantes y sus familias, adoptado por la ONU en 1990, sólo ha sido aceptado oficialmente por ocho países
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