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La justicia belga desoye a España y suspende la orden de expulsión del etarra Maiztegui a México

El Consejo de Estado, la última instancia de la justicia de Bélgica, suspendió ayer la orden de expulsión decretada por el Ministerio del Interior de este país contra el etarra Ricardo Cruz Maiztegui, detenido en el aeropuerto el pasado 29 de junio cuando procedía de México. La alta instancia judicial ratifica el dictamen previo del Comisario Real para los Refugiados y suspende la expulsión, si bien también deniega al etarra su solicitud de asilo político. La suspensión acordada ayer es una medida cautelar, a la espera de que el propio Consejo de Estado se pronuncie sobre el fondo del asunto.

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La orden del Consejo de Estado, que podría permitir la estancia de Maiztegui en Bélgica durante al menos varios meses, supone otro duro golpe al Gobierno español, que lleva años intentando impedir sin éxito que Bélgica siga siendo tierra de acogida de etarras en activo o deportados. Éste es el tercer fracaso de Madrid, que ha logrado siempre el apoyo del Ejecutivo federal belga, pero nunca el de sus instancias judiciales. Ninguna fuente gubernamental española quiso ayer pronunciarse sobre el asunto y sobre el hecho de que todavía no haya entrado en vigor el acuerdo bilateral alcanzado por España y Bélgica para adelantar la aplicación del Convenio Europeo sobre Extradición.Un portavoz del Ministerio español de Asuntos Exteriores indicó en Madrid que este departamento no había recibido ninguna comunicación oficial de las autoridades belgas, por lo que ignoran cuáles son las razones por las que se deniega la expulsión del etarra.

La propia Embajada española en Bruselas permaneció ayer absolutamente muda. El embajador, Manuel Benavides, no atendió las numerosas llamadas de este diario para recabar información. El Ministerio del Interior señaló que la responsabilidad de ese convenio compete al Ministerio de Justicia y en este departamento sus portavoces señalaron que estaban de vacaciones todos los altos funcionarios con capacidad para dar una explicación sobre el problema del convenio de extradición y su relación con este caso.

La decisión adoptada ayer no es aún definitiva pero, según la interpretación de los abogados de Maiztegui, el Gobierno belga está obligado a dejar entrar libremente a su cliente en territorio de la Unión Europea, ya que "es europeo y no puede ser expulsado hacia América Latina porque tiene derecho a permanecer en territorio comunitario". Eso supone que el etarra puede llegar a España con gran facilidad porque ambos países, integrados en el Convenio de Schengen, han eliminado sus controles fronterizos permanentes.

La vía para conseguir la posible entrega de Maiztegui Bengoa a España pasa precisamente porque las autoridades belgas autoricen su regreso a México, de donde procedía cuando fue detenido, mediante una aplicación estricta de los acuerdos de Schengen firmados por España y Bélgica, los cuales estipulan que toda persona descubierta en situación irregular en uno de los países que pertenecen a esa área será devuelta al país de procedencia, que tendrá la responsabilidad de su expulsión o de regular su situación. En este caso, las autoridades mexicanas podrían entregarlo a España.

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Documentación falsa

Ricardo Cruz Maiztegui llegó a Bruselas el 29 de junio procedente de México -donde residía desde hacía cinco años-, vía Washington, con documentación falsa. Activista de ETA en los años setenta y ochenta y especializado en la construcción de zulos para esconder armas o personas, en la actualidad no pesa ningún cargo sobre él, por lo que no está reclamado por la Audiencia Nacional. Es uno más de los muchos etarras que no están perseguidos por la justicia española pero que tampoco tienen documentación legal para entrar en España.Su caso es gemelo al de Enrique Pagoaga Gallastegui, Peixotín, que llegó también de forma ilegal a Bruselas en el verano de 1996 y pidió asilo y residencia. Lo primero le fue negado y el Gobierno ordenó su expulsión a Venezuela, de donde procedía. Pero el Consejo de Estado suspendió la orden y acabó legalizando su entrada en territorio comunitario. En su día el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, afirmó que no quería "perder ni cinco minutos" en ese asunto.

Hasta ahora todo indica que ésa será también la decisión final para Ricardo Cruz Maiztegui, lo que evidencia que los esfuerzos realizados en los últimos años por el Gobierno español para evitar que Bélgica siga siendo un santuario de ETA siguen siendo vanos. A pesar de la colaboración del Gobierno belga, las decisiones judiciales amparan el derecho de los etarras a entrar en Europa porque son ciudadanos de la Unión Europea y no pesa sobre ellos ninguna reclamación judicial.

Fuentes del Ministerio del Interior belga señalaron que se han dado órdenes a la Oficina de Extranjería para que estudie la decisión del Consejo de Estado y tome una decisión con rapidez.

Maiztegui se encuentra retenido en la zona de tránsito del aeropuerto de Zaventem, en la periferia de Bruselas, desde su llegada al país. De inmediato le fue desestimada su petición de asilo político y se decretó contra él orden de expulsión. En un principio tenía que haber sido expulsado ayer por la mañana a México, pero el Consejo de Estado ha suspendido la orden dictada por Interior el 1 de julio y ratificada el pasado día 4. El abogado de Maiztegui alegó en la vista de su recurso que su defendido "es europeo y no puede ser expulsado hacia América Latina". Este mismo argumento, el de que es ciudadano europeo, fue el esgrimido, precisamente, por el Comisario Real para los Refugiados para respaldar que carecía de sentido la petición inicial de asilo político de Maiztegui.

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