La policía serbia intensifica sus ataques en Kosovo contra las bases de la guerrilla
La policía serbia redobló ayer la intensidad de su ofensiva en Kosovo lanzando nuevos ataques en varias poblaciones situadas en las proximidades de Srbica. Las operaciones militares responden a la estrategia de desalojar a los guerrilleros del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) del principal enclave que controlan: el valle de Drenica. Mientras, observadores de la Unión Europea desmintieron ayer que en la ciudad de Orahovac haya fosas comunes. Un diario vienés aseguraba en su edición de ayer que más de 500 personas habían sido asesinadas en dicha localidad.
La población de Likosane fue ayer el centro de la ofensiva lanzada por las fuerzas serbias. Los ataques en torno a Srbica están siendo efectuados desde las recién conquistadas poblaciones de Morina y Lausa. Se da la circunstancia de que fue en las dos aldeas citadas donde el ELK creó sus bases a comienzos de este año. La región está compuesta por 52 poblaciones, ninguna de las cuales ha logrado escapar a los combates, según informó el Comité para los Derechos Humanos albano-kosovar.Mientras, Junik, en la zona fronteriza con Albania y una de las poblaciones más importantes en poder del ELK, continuaba resistiendo los embates serbios. Fuentes de las Naciones Unidas en Albania aseguraron que continúa el flujo de refugiados que se arriesgan a cruzar la frontera yugoslavo-albanesa pidiendo el amparo del Gobierno de Tirana. Más de 400 personas han cruzado la frontera desde el pasado 25 de julio, fecha del comienzo de la actual ofensiva serbia. Por su parte el Ejército yugoslavo anunció que había dado muerte a 12 guerrilleros cerca de la frontera albanesa.
Mentís de la UE
Observadores de la UE desmintieron ayer los rumores sobre la existencia de fosas comunes en la ciudad kosovar de Orahovac, donde supuestamente las tropas serbias habrían enterrado más de 567 cadáveres, en su mayoría de niños.La noticia de este hallazgo, publicada ayer, miércoles, en el diario vienés Die Presse, indujo al ministro austriaco de Asuntos Exteriores, Wolfgang Schüssel, a encargarle la investigación del caso a la misión de la troika de la UE en Kosovo. El jefe de la diplomacia de Austria, país que ocupa la presidencia semestral del Consejo Europeo, entabló también contacto con observadores de EEUU y de Rusia, así como con Belgrado.
El Gobierno de Yugoslavia, que oficialmente ha declarado la muerte de unas 60 personas, víctimas de los enfrentamientos del 18 de julio en Orahovac, rechaza absolutamente la existencia de un depósito escondido de cadáveres.
Aunque también Walter Ebenberger, miembro de la misión de la UE, comunicó que en el lugar descrito por el corresponsal del diario austriaco no se encontraron más que 10 sepulturas individuales con nombres, la presidencia del Consejo Europeo no desmintió todavía la existencia de las fosas comunes, esperando resultados más concretos de la investigación.
Por su parte, el jefe de la redacción internacional del periódico Die Presse, Andreas Schwarz, mantiene que son verídicas las informaciones del corresponsal Erich Rathfleder, y supone que las instituciones oficiales serbias desviaron la atención de los observadores europeos, llevándoles a un lugar que no era el indicado por los periodistas.
En su artículo, Rathfleder relata que en la ciudad de Orahovac, que el 18 de julio fue reconquistada por las tropas serbias, él y un grupo de periodistas siguieron las pistas que les dieron algunas personas que supuestamente habían participado en la sepultura de los cadáveres. Encontraron un depósito de basura, recientemente aplanado, donde todavía se siente el hedor de los cadáveres en descomposición. Sin haber visto los restos de las víctimas con sus propios ojos, el corresponsal cita declaraciones de presuntos testigos oculares según los cuales los niños fueron enterrados en sacos de basura. Los serbios aplanaron rápidamente las fosas para esconder las pruebas de los crímenes poco antes de la llegada de dos delegaciones de Rusia y de EEUU a la ciudad de Orahovac, donde, según el periodista, las unidades serbias aniquilaron familias enteras de albaneses.
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