Rosario de despropósitos

Las cifras que se barajaron ayer muestran una situación bastante lejana de la que se exigiría a una Administración de un país moderno y desarrollado en el campo de la prevención de incendios. El portavoz del PP, Josep Curto, explicó que, mientras que en Cataluña existen 1.600 bomberos profesionales y 1.800 voluntarios, la proporción en países como Francia o Alemania es de un profesional por cada 10 voluntarios. Ribó presentó el mapa de riesgo elaborado por la Generalitat para el día 17 de julio, la víspera del incendio, y en él no figuraba la zona que después ardió. Tampoco Pomés acabó de convencer sobre las razones que le llevaron a retirar 17 vehículos cuando el incendio aún no estaba controlado, y menos al explicar por qué no utilizó ni uno solo de los efectivos del parque de bomberos de Girona. Unió de Pagesos hizo circular una encuesta, realizada entre las masías situadas en la zona del incendio, que desvelaba que, de 94 casas afectadas, sólo 15 recibieron la visita de los bomberos, y de 130 afectados consultados, sólo 20 habían recibido información sobre lo que estaba sucediendo. Pero quizá lo que mejor explica la falta de medios de los bomberos y policías que acudieron a apagar los fuegos sean los mapas que utilizaron. Curto explicó su sorpresa al encontrarse con un todoterreno de la policía y comprobar que los mapas que le servía de guía eran los que regalaba un periódico de Barcelona a sus lectores cada domingo, de escala 1:50.000. Ribó fue más lejos y mostró un trozo de papel dibujado a mano, asegurando que era uno de los útiles de trabajo de los bomberos. Según Nadal, en los mapas de la escala antes citada sólo figura un 20% de los caminos rurales. Ribó fue más lejos y aseguró que la Generalitat no está llevando a cabo el mapa de Cataluña de escala 1:5.000 porque debe tanto dinero al Instituto Cartográfico que éste se ha dedicado a trabajar para Latinoamérica. Nadie le desmintió. Se discutió sobre las 750 pesetas por hora que reciben los bomberos voluntarios. No es un dinero que se deba tener en cuenta, ya que son voluntarios, dijo Marimón. "No se preocupe", respondió Ribó, "ahora mismo lo están utilizando para comprarse las mangas de los trajes ignífugos que perdieron en el incendio". "Hay una partida especial para ello", tranquilizó el consejero.