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La Blanca: 127 horas de diversión

"Me da lo mismo que haya blusas o que no los haya". "Los blusas son la parte más importante de las fiestas". Cuando está a punto de dispararse el txupinazo de las fiestas de La Blanca, el debate sobre el papel que juegan sus mejores representantes se vuelve recurrente entre los vitorianos. Los blusas, la incorporación de las txosnas al programa oficial de fiestas y la ampliación de los recintos donde el euskera es el protagonista conforman algunas de las señas de identidad de La Blanca 1998 que, sobre todo, intentará sintonizar con el buen humor hasta la 1 de la madrugada del próximo lunes. En total, 127 horas de juerga, que comienzan hoy a las seis de la tarde con la bajada de Celedón, más el plus que cada uno quiera darle a su cuerpo. La opinión de los ciudadanos sobre la capacidad de dinamizar el ambiente que tradicionalmente se les ha otorgado a las cuadrillas es cada vez menos unánime. Se trata de un viejo debate que durante el mes de julio ha recobrado plena actualidad con el pulso que los blusas han mantenido con el Ayuntamiento de Vitoria para que les incremente la subvención que les otorga para las fiestas de La Blanca. La pugna no ha contribuido a reforzar la imagen de los blusas ante la sociedad. Al final, la amenaza de las 24 cuadrillas -en total, 2.000 mozos- de no salir a la calle sólo se ha quedado en un ultimátum sin efectos visibles. El 5 de agosto todos estarán saltando en la calle, como si nada hubiera pasado. Pero en realidad sí que ha pasado: los más furibundos detractores de estas peñas se han armado de argumentos contra ellos. El Ayuntamiento destina a las cuadrillas una de cada cinco pesetas del presupuesto que consigna para las fiestas: 11,2 millones de 57. La misma cantidad que el año pasado con idéntico presupuesto. Sin embargo, este año los blusas querían algo más. "El tema es el talante", puntualiza el presidente de la Comisión de Blusas, Iñaki Pérez de San Vicente. "Lo que no podemos aceptar", añade, " es un no por respuesta cuando tan sólo queremos empezar a negociar. La concejal de Cultura se cerró en banda a todo sin empezar a hablar". Al final, una simbólica subida de 225.000 pesetas negociada directamente con el alcalde, José Ángel Cuerda, ha puesto sordina en la polémica. "Desde el primer momento estábamos convencidos de que se iba a llegar al acuerdo", apostilla Pérez de San Vicente. Y reflexiona: "La gente más joven, los niños que ahora tienen nueve y diez años, se merecen que haya cuadrillas para que el día de mañana puedan salir en ellas y disfrutar a tope de las fiestas". Tormenta festiva La tormenta festiva no ha llegado a mayores. Lo mismo que ha ocurrido con las txosnas, que ya en 1997 provocaron un cisma en el gobierno municipal de Vitoria. El alcalde expulsó a los socialistas por acusarle de permitir la instalación de las casetas festivas para garantizarse la paz en La Blanca. Las txosnas están dominadas en su mayor parte por grupos afines al mundo del MLNV.Estas fiestas habrá 21. Los socialistas han vuelto a presentar batalla este año y la respuesta de Cuerda ha sido contudente: incorporar los actos de este recinto al programa oficial de La Blanca. Así, las txosnas han pasado de estar proscritas a ser oficiales. Se han convertido en un espacio más de la fiesta con todas las bendiciones municipales. Pagan sus impuestos, como el de Actividades Económicas, tasa de ocupación de vía pública y dotación de servicios (basura y aguas). Las bases del acuerdo con el Ayuntamiento se resumen en la necesidad de que exista una convocatoria pública para cualquier colectivo interesado en instalarse, que ninguna agrupación pueda ser vetada, el respeto a las condiciones de salubridad y que todas las txosnas se integren en una comisión encargada de negociar con el Ayuntamiento. El portavoz de esta comisión ya anunció hace unos días la intención de entregar el excedente de los ingresos que consigan en las fiestas al diario Egin, clausurado de manera cautelar por orden del juez Baltasar Garzón. La presencia del euskera también se dejará notar en esta edición de La Blanca. La concejal de Cultura, la peneuvista Arantza Zenarruzabeitia, anunció tras sustituir en agosto pasado al socialista Andrés Sánchez que se iba a notar su mano nacionalista. De esta forma, se han ampliado los recintos donde el euskera y la cultura vasca son protagonistas. A la tradicional Plaza del Matxete, que siempre ha recogido el ambiente más euskaldún, se sumará este año escenarios nuevos, como la Plaza de la Brullería.Variedad musical

E. A Vitoria

El grupo catalán Jarabe de Palo y el navarro Barricada, es decir el pop y el rock duro, serán las atracciones musicales más importantes de La Blanca. El limitado presupuesto del Ayuntamiento, 57 millones más otros cuatro de aportación privada, lo que supone un tercio del de las fiestas de Bilbao, obliga año tras año a afinar mucho con los fichajes. Un 67% de esos 61 millones se va en música. Jarabe de Palo actuará hoy en la Plaza de los Fueros a partir de las 12 de la noche, mientras que Barricada lo hará mañana, miércoles, en el recinto dedicado a las txosnas. Los conciertos más importantes se concentrarán en la Plaza de los Fueros. Así, mañana le tocará el turno al gaitero Carlos Nuñez; el jueves, al grupo Lin Ton Taun; el viernes, a Soziedad Alkoholika, y el sábado, a la cantante cubana, aunque residente en Barcelona, Lucrecia. Música habrá para todos los gustos. En la Plaza del Matxete se desarrollarán conciertos de trikitixa y de grupos que cantan en euskera, como Etzakit (el día 4), Drindots (el 5), Elurte (el 6), Egan (el 7) y Trikimailu (el 8). La calle Vicente Goikoetxea se dedicará a las jotas interpretadas por grupos riojanos, alaveses y navarros. Tampoco faltará la música de cámara, con conciertos todos los días en el Palacio de Montehermoso y en el jardín de Musiketxea de la calle San Antonio. El Teatro Principal acogerá actuaciones de las compañías más importantes del panorama nacional, mientras que los fuegos artificiales se celebrarán, por primera vez, en las campas próximas al recinto de las barracas. Ningún torero repite cartel en los cinco días que dura la feria taurina de La Blanca. Enrique Ponce, Rivera Ordoñez, José Tomás, Ortega Cano y Jesulín son algunos de los matadores contratados. La fiesta en imágenes Las fiestas de La Blanca tienen desde ayer un nuevo hito visual: el libro de fotografías del fotógrafo Alberto Schommer Koch, vitoriano de adopción, que falleció en Alemania en el año 1981. Su hijo, el destacado fotógrafo Alberto Schommer García, presentó el libro, que abarca las imágenes festivas desde 1940 hasta 1975. Este libro recoge 250 imágenes procedentes del Fondo Alberto Schommer Koch, donado por su hijo a la Diputación Foral de Álava e integrado por 400.000 imágenes tomadas entre el principio de la década de los 30 hasta finales de los 70. Aunque el libro se detiene en todos los aspectos de la fiesta, destaca la atracción que ejercieron los toros en Schommer Koch, quien inmortalizó a los mejores matadores.

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