Es verdad
He nacido en Madrid y, salvo cinco años que estuve "en provincias", toda mi vida se ha desarrollado aquí. Amo esta ciudad como se ama a un hijo o a una madre. Y desde que el PP está en el poder municipal, me pregunto: ¿todo les da igual?, ¿carecen de la más mínima sensibilidad? Me uno a todas las quejas que aparecen en esta sección.Es verdad que el centro histórico está abandonado. Es verdad que los pobres árboles sufren agresiones brutales. Es verdad que la grúa sólo actúa en los casos en que les viene bien. Es verdad que las obras interminables y a veces incomprensibles nos hacen la vida aún más difícil. Es verdad que el afán decorador ("monumento" a Goya) de los munícipes es de juzgado de guardia. Es verdad que las calles están sucísimas. Pero, además, algunos particulares tienen patente de corso.
El BBV, en su central informática de la calle de Clara del Rey, con vuelta a Corazón de María, lleva con unas obras tres años; en ellos se ha cortado la circulación normal por la acera; hubo también cortes de tráfico en la calle del Cardenal Silíceo, a la que da un lateral, y provoca un ruido insoportable. Se esmeran en ello sábados y tardes de estío. Y esta zona carece de contenedores de papel. Una cosa más. Mi infancia está unida al colegio de niñas de Santa Isabel, en la calle de Hortaleza, y al de San Antón, más abajo. El colegio de niñas lo están rehabilitando; el de San Antón está de llorar. ¿Qué hay que hacer para que los edificios religiosos se restauren? Si se necesita una colecta, me ofrezco la primera.-
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