Socialistas de Estepona investigan a militantes por "submarinos" de Gil
Un grupo de militantes del PSOE de Estepona (Málaga) investiga a un centenar de sus compañeros por supuesto "colaboracionismo" a favor del gobierno de Jesús Gil Marín. El ingreso de 28 militantes en la agrupación local en los primeros meses de este año levantó el recelo de los afiliados, que analizan el censo de 410 inscritos. Esta cifra la consideran "inflada", por lo que han propuesto la depuración de militantes. El secretario local, Miguel Castro, tachó de "absurdas" las acusaciones.
El grupo de militantes denuncia que dos de los tres nuevos miembros que integran el nuevo comité local -elegido el pasado 27 de julio- estuvieron afiliados, de forma sucesiva, en el GIL y en el PSOE, y que uno de ellos podría mantener la doble militancia. Los socialistas respaldan además sus sospechas con el hecho de que el dirigente vecinal José Llavero, que mantiene fuertes discrepancias con el gobierno de Gil Marín, haya abandonado el partido y a la felicitación que el alcalde dio a la reciente reelección de Castro como secretario local. Gil Marín mantuvo un duro enfrentamiento con Llavero por el apoyo de este dirigente vecinal y de su asociación a las protestas de los funcionarios municipales. El secretario local calificó de "tonterías" y de "absurdas" las denuncias sobre infiltrados del GIL en el PSOE, convencido de que se produce una situación similar a la vivida en el transcurso de las elecciones primarias celebradas en Marbella. En esta localidad, la portavoz del grupo municipal socialista, Isabel García Marcos, denunció ingerencias del GIL. La investigación se cerró sin que esta circunstancia quedara demostrada. Castro rechazó las imputaciones contra dos miembros del comité local, a los que dijo "conocer, con plena seguridad". Sin embargo, sí reconoció sentirse "utilizado" por Gil Marín al felicitarle por ser reelegido responsable local socialista. Sin embargo, para los militantes que realizan la investigación oficiosa, la desautorización del gobierno local al grupo municipal del PSOE -enfrentado al comité de Castro- en el pleno del pasado viernes, "es un punto más que hace necesario el esclarecimiento de la situación de un centenar de afiliados" . Artimaña y confusión El secretario local señaló la actitud del equipo de gobierno como "una artimaña del GIL para crear confusión" al tiempo que expresó su apoyo a los ediles socialistas. El enfrentamiento entre Castro y el grupo municipal se produjo hace más de nueve meses, después de que el primero celebrara la asamblea de elección del secretario local y que la otra parte no acudiera al considerar suspendida esta reunión por parte de la dirección provincial. El 27 de julio se celebró una nueva asamblea que reeligió a Castro, contra el que no se presentó lista alternativa. El arrendamiento de un local, semanas antes, por parte del grupo municipal hizo más patente la división existente entre las dos partes, que Castro intenta dar por cerrada. Su comité abrió recientemente un expediente disciplinario a los cuatro ediles de su agrupación al considerar que no reconocen a la ejecutiva local.
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