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VERANO 98EL VIAJERO SEDENTARIO

Guadix, provincia de Japón

Un nipón informa sobre Granada y describe cómo su mujer pisó un excremento

El viajero tuvo que ir lejos para saber de su tierra. En concreto peregrinó a Japón porque allí, en la telaraña de Internet, ha prosperado como un melocotón del Marquesado una página dedicada a Guadix, provincia de Granada. Averiguó la dirección y, en efecto, en un periquete llegó a la casa de Ken Nakajima donde, para solaz suyo y de ustedes, encontró no sólo abundantes referencias y fotografías de Guadix sino los diarios de ruta del autor, en un estilo inspirado a medias en Marco Polo y Groucho Marx. Especial conmoción causó en el viajero el capítulo cuarto de El viaje gracioso a España, que lleva por título Pisó una mierda y piratas vinieron, dicho sea con perdón de la mesa, donde se describe con pormenores el accidente ocurrido a la señora Nakajima a la entrada de un bar de Madrid y sus terribles consecuencias. Aunque las aventuras madrileñas del matrimonio Nakajima escapan al ámbito geográfico de esta sección, el viajero ha decidido incluirlas por contraste con las muy sosegadas, limpias y a ratos melancólicas de Guadix, ciudad que el japonés proclama en su castellano enajenado su "natal otra". Nakajima llegó a Guadix en 1986 porque un compatriota, guitarrista, se lo recomendó. "Si ese destino hubiera sido la Kabul de Afganistán esta página se habría llamado Kabul Times. Jo,jo,jo...". Pero como fue a Guadix, y no a Kabul, bautizó la web con el patronímico: Accitano (www.linkclub.or.jp/~accitano). En un papelito llevaba la dirección de contacto. Nakajima llegó a Guadix, tomó un taxi y ordenó al conductor: "Vamos bal Ra Tole". El taxista quedó inmóvil, pensativo y confuso. "Repetí muchas veces. Por fin entendió que bal Ra Tole significaba bar La Torre". El establecimiento lo regentaba un tipo "robusto parecido al Napoleón". Su nombre es Joaquín Ariza y entre ambos nació una gran amistad. "Cuando tomaba yo algo en el bar La Torre Joaquín y Carmen nunca me permitieron pagar un dinero (...). Después de cinco años volví a España para estudiar español y agradecer en español a ellos que vivían en Guadix como mi segunda ciudad natal". Entre Japón y Guadix, sin embargo, queda Madrid. ¿Qué ocurrió para que la señora Nakajima pisara lo que pisó? El viajero ha preferido la descripción original del nipón, rica en equívocos, retruécanos y exclamaciones nunca oídas. Antes, una advertencia lingüística: el autor llama indistintamente al excremento pierda o dierda, no se sabe si por error, respeto o dispensa. "Mi mujer", escribe, "andaba como cangrejo y aunque hubiera un billete de un millón caído en la calle no se daría cuenta de eso. Y pasó... ¡Guñoño... una pierda! Fue de buena calidad que era después de haber caer. Su exterior era duro, y su interior era blando, como petisú. Trató de eliminarla de varias maneras, pero no lo pudo. Entonces, sensatamente, se dio cuenta de eliminarla con que siguiera andando". Nakajima sostiene que a una misma pregunta cada español responde diferente. Sólo hay una excepción: "Que al pisar una mierda, pisa ésa otra vez con la otra pata y tendrá buena suerte". La señora Nakajima no obedeció la sugerencia y de regreso al hotel, aún con el zapato mugriento, "piratas vinieron" y trataron de robarle el bolso. "Entonces mi mujer que eliminó una pierda desde su zapato gritó: "¡Ah, Ken!". Por su grito ellos huyeron afuera sin su botín". Rondando la página, el viajero supo que Nakajima proyecta ahora editar un periódico sobre Guadix en japonés que se llamará Acci Times. A causa de la morriña, el vagabundo decidió regresar a su país y desde la página del nipón fue a la del Ayuntamiento de Guadix (www.isid.es/ayuntamientos/guadix), mucho más modestas e incluso anacrónica, pues la información de tributos aún reclama el primer recibo del agua de 1997. El viajero tenía todavía la memoria enredada en el Japón y sin saber muy bien cómo llegó a la dirección www.itelco.es/index.htm donde halló la repuesta a su turbación: "Granada, la fantasía de un mundo que no existe". Apagó el ordenador y todo se deshizo.

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