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El CAT cierra la primera fase del proyecto La Barraca con 24.000 espectadores en 16 pueblos

Margot Molina

Potajes cocinados con esmero y cariño, mesas del colegio que se transforman en escenario y un público que, en ocasiones, iguala en número al censo del pueblo han hecho que medio centenar de jóvenes actores puedan revivir el espíritu de La Barraca. El Centro Andaluz de Teatro (CAT) ha celebrado el centenario de García Lorca con la recreación de su proyecto más mimado y, durante el mes de julio, ha llevado el teatro a 16 pequeños pueblos de Andalucía Occidental. 24.036 vecinos han visto como el teatro llegaba a las puertas de sus casas y han sacado sus sillas.

La Campaña de Teatro Joven del Centro Andaluz de Teatro, que supone la recuperación del espíritu de La Barraca, ha terminado su primera fase con un rotundo éxito de público: 24.036 espectadores han visto los cuatro montajes representados de jueves a domingo durante todo julio por otras tantas compañías de conservatorios y escuelas andaluzas. Como los escenarios eran improvisados, prácticamente en los 16 pueblos de Sevilla, Córdoba, Huelva y Cádiz, no fue necesario colocar el cartel de "Agotadas las localidades". "Cuando faltaban sillas, la gente se traía las de su casas", explicaba ayer en Sevilla Belén López-Escobar, coordinadora y una de las actrices de la versión de Bodas de sangre que ha dirigido Concha Távora con la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla. En municipios como Benamahoma (Cádiz), en el que hay censados 479 habitantes, el número de espectadores fue de 620. "Venía todo el pueblo y los que se enteraban de los de al lado", añade López-Escobar. "En esta España en la que triunfa la tecnología, nos hemos dado cuenta que todavía hay pueblos que parecen vivir en la década de los treinta, como cuando Lorca puso en marcha La Barraca", dice José Camacho, director del Taller Municipal de Teatro de Moguer (Huelva) que ha puesto en escena Farsas maravillosas, de Alfonso Zurro. Camacho y su grupo, como el resto de los actores y técnicos que participan en el proyecto, está encantado con el cariño que ha recibido en los pueblos, sobre todo en los más pequeños. Como los integrantes de La Barraca de Lorca, los jóvenes actores -todos han terminado Arte Dramático este año-, se han hospedado en las casas de los vecinos de los pueblos y han compartido sus mesas. "Hay anécdotas entrañables, como la de la alcadesa de Doña Rama, una pedanía con 79 habitantes de Belmez (Córdoba). La señora había pensado ya el menú que ella misma les prepararía a los actores dos meses antes de la función: salmorejo, ensalada y redondillo de ternera", comenta Javier Ossorio, coordinador de la campaña. "Nuestra idea es que La Barraca no sea un accidente del centenario de Lorca, sino que continúe todos los veranos", adelantó Emilio Hernández, director del CAT. La primera parte de la campaña, que continuará los fines de semana de agosto con otros cuatro grupos que viajarán por pueblos de Andalucía Oriental, ha incluido también a los grupos de la Escuela de Arte Dramático de Córdoba, con El huerfanato de Borja Rodríguez dirigido por Carlos María Blanco, y al Aula de Teatro de la Universidad de Cádiz que ha presentado Los títeres de cachiporra, de Lorca, bajo la dirección de Eduardo Valiente. El proyecto incluirá a un total de 120 actores y técnicos de todas las provincias andaluza, una compañía por cada provincia. Las representaciones son gratuitas y el CAT ha destinado a la campaña un presupuesto de 35 millones de pesetas. Utopía posible "Ya no estamos en 1931. La gente tiene más información y, aunque aprecian el teatro, todavía hay muchos pueblos a los que no llega. El proyecto ha creado un ambiente que demuestra que son posibles las utopías", añadió Elena Angulo, directora general de Fomento y Promoción Cultural. Los autobuses en los que viajan los miembros de la nueva Barraca se pondrán en marcha otra vez el día 6 de agosto con otras cuatro compañías de jóvenes de Granada, Jaén, Málaga y Almería.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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