Las mafias albanesas se infiltran en el puerto de Vigo para el desembarco de cocaína
En el último año se incautaron casi 10 toneladas de esta droga llegadas a esta dársena, descargas que se han reactivado con la apertura de una nueva ruta comercial con Sudamérica
El puerto de Vigo está en la diana de los principales proveedores de cocaína a Europa. Las incautaciones de importantes alijos se han disparado en los últimos meses, lo que ha elevado la alerta de la Policía Nacional (Udyco) y Vigilancia Aduanera para interceptar la actividad de grupos internacionales, principalmente de origen balcánico, que están utilizando esta dársena gallega para recepcionar los alijos que vienen camuflados casi siempre entre productos de alimentación. En el último año, se han incautado cerca de 10 toneladas de cocaína en este puerto, después de ser interceptado el pasado miércoles el último alijo, que supera los 1.000 kilogramos. Detrás de este envío, cuya venta podría generar unos 50 millones de euros, han sido detenidos seis ciudadanos albaneses y tres belgas que han ingresado en prisión porque supuestamente eran los encargados de recoger la droga y distribuirla, según la investigación policial.
El grupo de traficantes operaba en Vigo para las mafias albanesas integradas en el Clan de los Balcanes, la organización internacional más potente, responsable de más de la mitad de los cargamentos de cocaína que llegan a Europa y que sigue funcionando como una hidra indestructible a pesar de los golpes que le ha asestado la policía, el último en junio pasado. Estas mafias de la cocaína han aumentado su actividad en el puerto de Vigo desde que en abril del pasado año se inaugurara una nueva ruta comercial con Sudamérica, operada por la compañía alemana Hapag Lloyd, para el transporte de fruta y pesca congelada. Esta nueva línea marítima con enormes repercusiones comerciales y económicas también es una baza a explotar para los dueños del negocio de la cocaína. De hecho, la ruta con frecuencia semanal hace escala en puertos como los de Ecuador, considerados principales puntos de embarque de cargamentos. En concreto, las escalas latinoamericanas son Buenaventura (Colombia), Paita (Perú), Posorja y Guayaquil (Ecuador), Manzanillo (Panamá), Puerto Limón (Costa Rica) y Cartagena (Colombia). Además de Vigo, la línea enlaza con Málaga, Valencia, Barcelona y tres puertos italianos que completan el itinerario.
Son ocho los barcos que realizan la rotación hasta la terminal de contenedores de Vigo. En uno de ellos, el Cape Citius, se localizó el último alijo en medio de un intenso tráfico con un promedio estimado de 300 movimientos de carga y descarga por buque. La cooperación policial para el decomiso de drogas ha permitido hacer un seguimiento del cargamento desde su salida de Guayaquil (Ecuador) y controlar los movimientos de los nueve detenidos, que se encontraban en un centro comercial de Vigo cuando se desató la redada, antes de huir.
El juzgado de instrucción número 4 de Vigo ha decretado el ingreso en prisión provisional de los detenidos como integrantes de una organización criminal cuyo principal cometido es la recepción de los alijos que llegan en contenedores a distintos puertos españoles y europeos. Ninguno de ellos ha respondido a las preguntas del fiscal y el juez mantiene la causa secreta a la espera de que puedan realizarse más detenciones.
El buque Cape Citius, de bandera chipriota, embarcó la mercancía legal en el puerto ecuatoriano de Guayaquil, donde la organización contaminó uno de sus contenedores con la droga utilizando el método del gancho ciego. Se trata de un sistema habitual de las redes de narcotráfico para transportar estupefacientes en el que tanto los remitentes como los destinatarios de los productos legales ignoran que el buque lleva algo más.
Agentes de la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera se adelantaron a los narcos. El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, indicó que la investigación trata de confirmar si este cargamento de droga está relacionado con algunas de las últimas aprehensiones de cocaína en Vigo. En la víspera de la pasada Nochebuena, la Policía Nacional de Ecuador decomisó en el puerto de Guayaquil un cargamento de más de 1.200 kilos de cocaína en un contenedor que transportaba latas de atún, y que también tenía como destino el puerto de Vigo. En una inspección de pre-embarque, las autoridades localizaron en el contenedor 23 bultos de plástico negro que contenían 1.264 paquetes de coca.
A principios de diciembre, también fueron localizados 500 kilogramos de cocaína en otro contenedor que también llegó al puerto de Vigo a bordo del Izmit Express, otro de los buques que hace la nueva ruta comercial latinoamericana. A este alijo se suman otros 23 kilos localizados por el propio capitán en las bodegas del navío un par de semanas antes, cuando el barco venía de Cartagena de Indias (Colombia).
El mayor alijo apresado en Galicia
A finales de 2023, las mafias albanesas que controlan el tráfico internacional de cocaína desde el puerto de Guayaquil (Ecuador) preparaban el que iba a ser el mayor cargamento en la historia del narcotráfico en Galicia y el tercero en España. La policía ya había sido alertada por la agencia antidroga norteamericana DEA y la británica NCA de que el alijo viajaba en medio de varios contenedores de pescado congelado con destino al puerto de Vigo y que previamente hizo escala en Algeciras. Así, se activó la operación para apresar las 7,5 toneladas de cocaína, cuya venta hubiera generado unos 500 millones de euros.
La policía esperó a que los contenedores fueran retirados del puerto y transportados hasta una nave situada en un polígono industrial de Cambre (A Coruña) cuyo dueño es el empresario coruñés Juan Bautista Suárez Pérez, de 51 años, y sin antecedentes por narcotráfico. Su empresa, Mar Azzurro, SL, mueve unos 300 contenedores al año de pescado congelado.
Aunque por el puerto vigués han entrado incontables alijos de tabaco y droga, el cargamento apresado en Cambre fue para la policía una evidencia de la capacidad económica de estas organizaciones que operan para el todopoderoso Clan de los Balcanes, que busca potentes eslabones portuarios para asegurar sus envíos. El operativo policial se desató cuando el empresario detenido se encontraba de viaje en México y su arresto se produjo en el aeropuerto de Madrid.
La defensa de Suárez Pérez alega que no hay pruebas que lo impliquen con este cargamento. Sostiene que ha sido víctima de las mafias albanesas que operan en Guayaquil, proveedores que buscan “un blanco fácil” por el volumen de pescado congelado que movía el empresario implicado. En medio de un complicado caso de narcotráfico que envuelve a una potente firma de congelados, pero que responde a un método de manual que permite mover a los narcos cientos de kilos de cocaína, Suárez mantiene que ha sido “víctima de un engaño y de una entrega consentida” del cargamento, ya que este fue interceptado por las fuerzas de seguridad antes de llegar a España, pero el contenedor no fue inspeccionado en tránsito en Algeciras, sino que siguió hasta Vigo a petición de la Fiscalía.
La empresa de Suárez Pérez llevaba operando desde 2008 y era una de las de mayor solvencia en el sector del congelado que provee de atún a las principales factorías conserveras de su entorno. La compañía se dedica al comercio internacional al por mayor de pescado y marisco, pero también a la compraventa de fincas rústicas y urbanas y edificaciones.
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