Las tarjetas monedero podrán servir para pagar pequeñas cantidades en euros desde el 1 de enero

La Comisión Europea prepara dos directivas para regular la emisión de dinero electrónico por entidades no bancarias, según ha anunciado el comisario de Servicios Financieros, el italiano Mario Monti. La finalidad es que desde el 1 de enero próximo se puedan pagar pequeñas cantidades en euros con estos instrumentos, igual que con las tarjetas de crédito.

El dinero electrónico es aquel que utiliza como soporte tarjetas con un microprocesador -las llamadas tarjetas monedero-, cuyo saldo se paga anticipadamente y que es aceptado como forma de pago por las empresas o entidades que lo emiten. Estos productos son ofrecidos a los consumidores tanto por entidades bancarias (en España, por ejemplo, Euro 6000, de las cajas de ahorros) como por empresas de comunicaciones (tarjetas telefónicas), comercios (tarjetas de supermercado) o aparcamientos.

Monti señaló ayer que el dinero electrónico será la única forma de pago que podrá utilizar euros para operaciones en líquido desde el inicio del periodo transitorio, el próximo 1 de enero de 1999. Por ello, la Comisión prevé un incremento de la demanda a partir de esas fechas: "La moneda electrónica podrá reemplazar una parte importante de los pagos en efectivo, en el periodo previo a la introducción de monedas y billetes en euros en enero del 2002", señaló el comisario.

La Comisión Europea exigirá garantías de transparencia y de liquidez a las empresas que se decidan a trabajar con dinero electrónico. Cualquier comercio que opte por este sistema estará sujeto al cumplimiento de la legislación sobre blanqueo de capitales.

Esta modalidad de pago está más desarrollada en Europa que en Estados Unidos. En España, Euro 6000 cuenta aproximadamente con un millón de tarjetas en uso, que mueven al año unos 91 millones de ecus (15.288 millones de pesetas). Sin embargo, su utilización está todavía muy lejos de los niveles de Alemania, donde hay más de 20 millones de estas tarjetas.