El creador de los inventos del "TBO" reúne sus originales en una exposición en Barcelona

Monedas cuadradas para evitar que se escapen rodando, un paraguas que se convierte en dos para proteger a un usuario alto y a otro bajo, y otros tantos disparatados e ingeniosos inventos del TBO se presentan de nuevo al público desde ayer en la exposición titulada Los grandes inventos del TBO, que hasta el próximo 23 de septiembre dedica el Museo del Cómic y la Ilustración de Barcelona al dibujante e ilustrador Ramón Sabatés. A través de 159 originales, obra gráfica, reproducción de portadas y dibujos, la exposición sigue la huella de Sabatés en el mundo de la historieta desde 1932 hasta la década de los ochenta. Ramón Sabatés, de 83 años, autor de los inventos de la publicación infantil más popular de la posguerra española, cuyo primer número apareció en 1917, es perito mecánico y conserva la propiedad de la mayoría de los originales expuestos. Josep Maria Delhom, director del Museo del Cómic y la Ilustración, aseguró ayer que algunos de los inventos que proponía Sabatés en las páginas de TBO eran "técnicamente realizables, aunque de gran coste, dado su carácter disparatado". El mismo Sabatés realizó maquetas que actualmente se conservan en el Museo del Juguete de Figueres (Alt Empordà), entre las que destacan un mecanismo de gran tamaño para cortar la punta del cigarrillo y un avión monoplano que en caso de avería aterriza con la ayuda de un gran paracaídas. Además de otras historietas de Sabatés aparecidas en diferentes publicaciones juveniles, entre ellas Pulgarcito y Jaimito, la exposición incluye muestras de su obra realista, como un trabajo sobre Jane Eyre en el número 1 de la colección La Novela Gráfica, realizado en 1947; una serie de cromos del año 1944 sobre el cuento infantil Caperucita Roja y el lobo feroz, y números extras de la revista TBO de 1973 sobre el fútbol