Los otros batasunos
Acaban de celebrarse los exámenes de selectividad con la consiguiente alegría para unos y desencanto para otros. Ahora viene la siempre difícil elección de carreras y, un año más, se notará un tufillo de clasismo en algunas facultades como Odontología o Medicina, donde la nota de corte es inamovible, mientras otras se verán obligadas a bajarla para dar cabida a las nuevas solicitudes. Algunos profesores de estas escuelas, sobre todo las técnicas, actuando de mamporreros de no sé quién y por mor de una mal llamada calidad de la enseñanza, humillan y machacan con enseñamiento a los alumnos, con suspensos que llegan al escándalo de superar el 85%. Estos señores, en cuanto ponen un pie dentro de la Universidad, sufren una metamorfosis, y la amabilidad que tenían de puertas afuera se convierte en unas actitudes chulescas y arrogantes; buscan la calidad de la enseñanza empleando métodos cuasibatasunos, con exámenes dificilísimos donde se evalúa una enorme cantidad de materia que más parece un examen a la capacidad memorística que al esfuerzo o a la inteligencia. ¿Puede alguien explicar por qué se sigue con los exámenes cuatrimestrales y no se aumenta el número de pruebas durante el curso? Con suspensos de ese porcentaje y obligando a los alumnos a matricularse del curso completo en primero, ¿cómo se puede tener la poca vergüenza de exigir un recargo en segundas y sucesivas matrículas? Carreras programadas en cinco o seis años y los promedios de su conclusión están en nueve o diez años; otras de tres y el promedio está en siete. No hay ningún país de la UE con semejantes porcentajes. En los últimos años se ha legislado lo suficiente para que semejantes desmadres no ocurran en Primaria y Secundaria; la Universidad se ha quedado como antaño.- .
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