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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Vergüenza en Baza

Respuesta a Manuel Urquiza, alcalde de Baza, en torno a la economía sumergida. "Tenemos una economía sumergida perfectamente asumible" y "los trabajadores están muy contentos", de que los exploten, claro. No importaría si lo dijera cualquier falso empresario del submundo laboral, pero no, esto lo dice nada menos que el que se considera alcalde de los bastetanos, ¿de todos?, evidentemente, no. Que pensamiento más cruel, injusto e insolidario. Detrás de estas manifestaciones se esconde la filosofía liberal más radical que triunfa en el mundo empresarial, a saber: es necesario que los trabajadores no tengan derechos para aumentar el beneficio de los empresarios. El salario mínimo, la jornada de 40 horas (ni hablar de la de 35), la Seguridad Social, las bajas por enfermedad o laborales, los finiquitos, las indemnizaciones y hasta los contratos mismos son costes a eliminar para aumentar los beneficios de quien monta el negocio y puede así "competir" (palabra mágica) con aquellas empresas del sector que producen lo mismo pero con trabajadores asegurados, contratos estables, horario y sueldos según convenio, empresas de "tontos" (según Urquiza) que pagan licencias de actividades, impuestos con los que se construyen colegios, hospitales, carreteras, guarderías... servicios públicos de los que disfrutamos todos. Estas, nuestras "empresas" (deberían llamarse explotaciones), lo que nuestro alcalde denomina "economía sumergida asumible" hacen una competencia totalmente desleal a aquellos verdaderos empresarios que crean riqueza para la colectividad en que viven, no sólo para ellos, también para los trabajadores, en primer término, pero también para los pensionistas, para que nuestros niños puedan asistir a guarderías y colegios públicos gratuitos, para todos los que usamos las por carretera, para los que nos ponemos enfermos y contamos con centros de salud públicos gratuitos. Entremos en la segunda expresión de nuestro máximo responsable municipal en la que dice: "Los trabajadores de la economía sumergida están contentos", no encontraremos, ni en tiempos de Franco, expresión que manifieste mejor el pensamiento de los caciques y señoritos; trabajan 10 horas al día, a destajo, sin contrato (mayoritariamente), en cocheras, naves insalubres, cobrando salarios de miseria que se consideran muy altos sin llegan a 70.000 pesetas (como para comprarse una casa, un coche y tener hijos), no tienen cotizados, de cara a la jubilación, ni un solo día; los echan por una mala mirada, si se ponen malos no cobran, pero, sin embargo, "están contentos".-

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