_
_
_
_
Tribuna:DE PASADA
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La mirada de Ulises

Hace cuatro años impresionaron esos ojos dibujados al carboncillo sobre un papel y recortados. Esos ojos, hoy, vuelven a dominar en la exposición Picasso. Primera Mirada. Es difícil saber qué siente un hombre tan superdotado para una habilidad y un lenguaje reservados al saberse tan terrible animal de seducción. Los ojos de Picasso dibujados en carboncillo eran y serán un misterio espía sobre la pared de un museo, la mirada de Ulises regresando y el símbolo oculto de un deseo: una mujer que conoció al genio antes de que fuese su suegro, cuando era una ceramista joven -¿sucumbió también por él?- devuelve sus ojos a su tierra y completa el círculo. Me interesan menos las 182 obras y el museo, la riqueza imparable que Picasso generará a Málaga como los motivos de la generosidad de dos personas salidas del peculiar entorno de un genio: Bernard y Christine. Hijo y madre no han venido a hacer negocio. Resulta doloroso tener aún que soportar a quienes no entienden que alguien haga algo sin el objetivo del enriquecimiento monetario. Hay políticos y periodistas que siguen sospechando "¿cuánto se llevan?". Es necedad asistir con rencor a este regreso. Hay venerables académicos como Alfonso Canales que siguen sintiendo un desdén inapropiado para gente de tan vasta y gaya ciencia. Hasta Celia Villalobos cede, consciente quizá de que le han sobrado aspavientos. Pero hay también excesos de la parte generosa. La expulsión el miércoles de los periodistas del Museo Picasso una vez se acabó la rueda de prensa mientras toda Málaga -otros periodistas incluidos- entraba, bajo la excusa de que molestamos a Christine, fue cosa de causar justa indignación: bajo esta condición tan abyecta y urticante de cronistas, también se tienden, se han tendido y se tenderán puentes de sentido común a proyectos tan hermosos como el Museo Picasso. Desde ahora será difícil no acabar arrastrados por la ola póstuma de aquel Ulises que hacía de la proeza un ritmo cotidiano. Tampoco para su familia ha sido fácil. Ni para esta ciudad correr deprisa a donde no había pensado nunca llegar. El gesto de Christine y Bernard es una carta de amor que compromete. "Elegí Málaga porque Picasso no había muerto en el corazón de los malagueños y por eso pensé que era importante que viniera a ellos su obra", dijo la que fue joven ceramista. Bernard abrió la caja fuerte de sus tesoros y ha comenzado a tender puentes. Así de simple. Vuelven a casa. HÉCTOR MÁRQUEZ

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_