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Aznar defiende "estrictas pautas de respeto a las decisiones judiciales"

El presidente del Gobierno, José María Aznar, no quiso pronunciarse ayer sobre la sentencia del caso Marey ni sobre la investigación abierta en el Tribunal Supremo para aclarar la fuga de información sobre dicho fallo, adelantado por este periódico, pero sí lanzó "un llamamiento muy serio para que todos se comporten con unas estrictas pautas de respeto a las decisiones judiciales". Aznar matizó sus polémicas declaraciones sobre el cierre de Egin: "Todo Gobierno no debe jactarse más que de cumplir y hacer cumplir la ley".

El presidente del Gobierno visitó ayer la Expo de Lisboa con motivo del día de España en esa muestra. Acompañado durante toda la visita por el primer ministro luso, Antonio Guterres, José María Aznar evitó cualquier comentario sobre la condena impuesta a los responsables del Ministerio del Interior del anterior Gobierno socialista e hizo hincapié en mantener un escrupuloso respeto a las decisiones del Tribunal Supremo. "Creo que no es pedir demasiado y espero que este llamamiento sea debidamente considerado", dijo.Asimismo, Aznar se vio obligado a matizar sus declaraciones sobre el cierre del diario Egin ordenado por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. Tras el aluvión de críticas que han tenido que sortear estos días el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, y el nuevo portavoz del Gobierno, Josep Piqué, el presidente explicó que las "interpretaciones son libres y las hay de todos los tipos, aunque también puede haberlas equivocadas".

"El Gobierno", añadió Aznar, "va a impulsar sus actuaciones para cumplir la ley o cumplir los mandatos judiciales para cumplir la ley. Lo cierto es que ningún ciudadano, en ningún asunto concreto y como filosofía general, debe tener ninguna duda de que el Gobierno impulsará siempre la defensa de la ley y el Estado de derecho".

Interpelado por el cumplimiento de la ley en el caso de las escuchas del Cesid a HB, Aznar indicó que "los servicios de inteligencia ya tomaron las decisiones internas y las reestructuraciones oportunas que correspondían" y que "ahora sólo le queda acatar las decisiones judiciales" que pudieran derivarse de las investigaciones. No hubo ni una sola mención a las responsabilidades políticas que se exigían al Gobierno socialista.

Por otro lado, Aznar y Guterres coincidieron en que los dos países comparten causas comunes en la Unión Europea y precisaron que siempre aproximarán sus posturas en aquellos asuntos con intereses divergentes.

Aznar apuntó: "España y Portugal han alcanzado unos índices de crecimiento muy superiores a los de otros países, lo que indica que estamos en el camino correcto hacia el bienestar, la prosperidad y el empleo; compartimos causas comunes en la UE y en las negociaciones de la Agenda 2.000, que, sin duda, serán positivas, porque negar la cohesión es negar uno de los principios de la UE".

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