Castaneda
Supimos en junio que, dos meses antes, Castaneda había dejado el mundo. Sus libros fueron un éxito editorial. Relataban la conversión del antropólogo en discípulo de brujo (Don Juan) y las vicisitudes del aprendizaje de un inédito sistema de vida que cambia el concepto de realidad. El éxito de los libros de Castaneda fue su maestro Don Juan, el brujo yaqui que lo introdujo en sus creencias. El viejo nagual le enseña a Castaneda que la conciencia humana es más rica en posibilidades de lo que el hombre moderno conoce. El uso de esas otras posibilidades de la percepción es a la vez la única evolución posible. Y el pináculo de la evolución es dejar este mundo sin dejar rastro. ¿Adónde ha ido Castaneda? Si los planes se han cumplido, Castaneda es hoy una conciencia incorpórea flotando por ahí, en otro plano cósmico, sujeto a otras vicisitudes, continuando a su vez la evolución. En todo caso, la semilla de una forma más auténtica de vivir ya está por doquier diseminada. Castaneda se ha ido, pero ha dejado el mensaje de los dioses.- . .