Las altas temperaturas y la falta de humedad en el ambiente agravan los dos incendios del Bages

VIENE DE LA PÁGINA 1 A primera hora de la tarde de ayer, cuando el incendio que el sábado había devorado más de 1.000 hectáreas de bosque en Aguilar de Segarra (Bages) parecía controlado tras una mañana de domingo de intensa actividad contra el fuego, las llamas se reavivaron en la sierra de Castelltallat y avanzaron con gran virulencia hacia Salo y Cardona. Precisamente en este último municipio de la comarca del Bages se declaró ayer mismo otro incendio, también de grandes proporciones, que avanzó durante toda la tarde hacia el municipio de Clariana, al norte, ya en el Solsonès. En ambos incendios se produjeron cuatro heridos más, de carácter leve, que se suman a los seis del sábado. El más grave, Josep Duocastella, vecino de Sant Mateu de Bages, evoluciona favorablemente de las quemaduras de segundo y primer grado que sufrió en el 27% del cuerpo. Duocastella, de 68 años, está ingresado en la unidad de quemados de Vall d"Hebron, en Barcelona. Ayer se vivieron momentos de pánico y terror en las zonas afectadas por los incendios forestales. El sábado el fuego había sido ya muy violento, pero ayer por la tarde las condiciones meteorológicas extremas aún lo agravaron más. Hubo que desalojar numerosas casas de payés entre la sierra de Castelltallat, donde había finalizado el incendio del día anterior, y el núcleo de Salo, ya en dirección a Cardona. Quince ancianos tuvieron que ser evacuados de la residencia en la que viven y trasladados al centro de operaciones de Aguilar de Segarra, donde permanecieron hasta última hora de la tarde. También se vivieron momentos de máxima tensión cuando dos vehículos de bomberos y uno de los Mossos d"Esquadra quedaron rodeados por el fuego en la zona de la Casa de Governa. Todos pudieron ser evacuados tras abandonar los vehículos. El incendio de Cardona avanzó con mucha potencia entre espesos bosques de encinas, robles y pinos hasta las ocho de la tarde, aproximadamente, cuando bajó algo la temperatura, que a primera hora de la tarde había alcanzado 38 grados centígrados. Anoche aún había bastantes zonas donde las llamas eran bien apreciables. El tráfico por la C-1410 (eje del Cardener) había quedado cortado en el término de Clariana y todos los coches eran desviados por rutas alternativas. El problema es que lo más duro quizá aún no haya pasado. Las previsiones meteorológicas indican que hoy pueden reproducirse las temperaturas extremas, y también en los próximos días. Pronóstico alarmante Además del calor, ayer había muy poca humedad en el ambiente, alrededor del 15%, y soplaba una ligera brisa que favoreció durante toda la tarde la propagación del incendio. Hoy está previsto que la temperatura pueda superar los 40º y que la humedad aún sea menor que ayer. Ante este alarmante pronóstico, la Generalitat ha solicitado refuerzos aéreos al Gobierno español y al francés. El comportamiento del incendio sigue sorprendiendo a los bomberos. Comentaba ayer uno de los máximos responsables de la extinción que él nunca había visto que a las tres de la madrugada se produjeran llamas de más de 20 metros de altura en un bosque, hecho que atribuía a la alta combustibilidad de la zona afectada. La situación de alarma que se vive en el área por donde avanza el fuego se torna desesperación allí donde las llamas han arrasado ya el bosque. En la finca de Biosca, una de las propiedades rurales más importantes de la sierra de Castelltallat, se han perdido los bosques centenarios. El padre de la familia propietaria tuvo que ser ingresado en el hospital de Vall d"Hebron.