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Al menos mil personas desaparecidas a causa de un maremoto en Papúa-Nueva Guinea

Un millar de personas se dan por muertas debido a un maremoto que azotó ayer la costa noroccidental de Papúa-Nueva Guinea y que hizo desaparecer varias aldeas, según informaron fuentes oficiales. Una ola de 10 metros de altura destruyó siete localidades costeras cerca de Aitape, 800 kilómetros al norte de Port Moresby, la capital de la isla del Asia Pacífico, en la región del oeste del río Sepik. El suceso ocurrió apenas media hora después de que se registrara en el área un violento seísmo de magnitud 7 en la escala abierta de Richter.

Peter Tavun, coordinador provincial para catástrofes naturales, declaró que los equipos de rescate habían sacado de las aguas los cuerpos sin vida de 71 personas, entre ellas varios niños. Numerosos cadáveres flotaban todavía a última hora del día, afirmó Tavun, quien estimó que centenares de personas, "quizá un millar", han podido perecer.La mayor parte de las víctimas habría fallecido en el acto cuando la ola gigante arrasó las aldeas construidas sobre una estrecha banda de tierra entre la albufera de Sisano y el mar. El piloto de un helicóptero que sobrevoló la zona contó que había visto cuerpos, la mayor parte de niños, flotando en la albufera, según declaró el padre Austin Crapp, un misionero católico.

Al menos 5.000 personas viven en la zona situada al oeste de Aitape. Centenares de heridos, que sobrevivieron a la catástrofe nadando, fueron ingresados en hospitales públicos y misiones católicas. "Unas tres mil personas han perdido sus casas", aseguró el padre Crapp.

Las localidades de Sisano, Teles, Arop, Ilil, Warapu, Malol y Pera Nambis quedaron completamente destruidas, al igual que varias carreteras, edificios públicos y una misión religiosa.

Un empresario de Aitape relató cómo escuchó un ruido "enorme": "Era monstruoso, como un avión despegando, pero entonces me di cuenta de que se trataba de un maremoto. Si hubiera venido de otra región también hubiera podido acabar con la ciudad de Aitape", estimó.

"Estaban sentados en sus casas y de repente las casas comenzaron a moverse y se vieron lanzados a la laguna, hombres, mujeres, niños, perros, todos", recuerda el empresario.

Varios aviones que transportaban equipos de urgencia acudieron enseguida a la zona devastada, así como un barco procedente de Aitape. El Gobierno australiano esperaba una solicitud de Papúa-Nueva Guinea para llevar alimentos a bordo de un avión Hércules.

El maremoto se produjo a las siete de la tarde hora local (las diez de la mañana hora peninsular española). El observatorio geofísico de Papúa-Nueva Guinea detectó dos seísmos -de magnitud 7 en la escala de Richter-, con el epicentro localizado a 33 kilómetros de profundidad bajo la cadena montañosa Torecelli. En diciembre de 1930, un ola gigantesca provocada por un terremoto, de intensidad medio punto menor, causó numerosos muertos e importantes daños en las islas del Almirantazgo, al noroeste de Papúa.

El maremoto de ayer y el seísmo vivido el día anterior en Taiwan son las últimas de una serie de catástrofes naturales que se han producido en los últimos meses en la región del Asia Pacífico. China, Bangladesh e India han sufrido graves inundaciones durante el último monzón, que los meteorólogos chinos atribuyen al fenómeno climático de El Niño. Además, un ciclón dejó 1.100 víctimas mortales en el oeste indio a principios de junio.

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