El nuevo presidente de Fiat admite que fue un error deshacerse de Seat

Paolo Fresco, el nuevo presidente de Fiat, reconoció ayer, en su estreno, que la decisión del grupo de vender el paquete de acciones de Seat a principios de los años ochenta, fue un error. Las palabras del responsable de la principal empresa italiana en manos privadas tuvieron el sello de la franqueza que parece caracterizar al presidente americano que ha sustituido al recientemente jubilado Cesare Romiti.

"Desgraciadamente no podemos cambiar el pasado. Han ocurrido muchísimas cosas, algunas positivas, otras -vistas con perspectiva- negativas. Y ésta es de esas cosas que, vistas a posteriori, es negativa", dijo Fresco. Seat pertenece ahora al grupo alemán Volkswagen, pero a juzgar por las palabras del presidente de Fiat, pronunciadas en un encuentro informal con los periodistas en el Lingotto, antigua sede del grupo en Turín, su pérdida ha dejado un poso amargo en la gran azienda levantada de la nada hace casi un siglo por la familia Agnelli.Fresco tomó el relevo de Romiti el 22 de junio pasado, aunque no empezará a trabajar seriamente en Turín hasta octubre, cuando haya cumplido con los últimos compromisos que le atan a su antigua empresa, la General Electric, de la que se jubila recién cumplidos los 65 años.

En su primera comparecencia ante los periodistas, dejó claro que viene decidido a trabajar en equipo. Interrogado sobre los proyectos en España, Fresco evitó pronunciarse. "Habría que preguntárselo al administrador delegado Paolo Cantarella", dijo, "en todo caso, España es un mercado muy importante para nosotros".

En estas primeras declaraciones, deja muy clara su mentalidad empresarial, pronunciándose tajantemente en contra de la ley de las 35 horas, como ya hiciera su antecesor.

La ley de reducción de jornada, a juicio de Fresco, "es completamente incoherente con lo que se intenta hacer en el mundo más avanzado, que es, precisamente, introducir mayor flexibilidad". Y añade, "todas las limitaciones legislativas son negativas". Para crear más puestos de trabajo y dar un impulso decisivo a la economía conviene mirar hacia los Estados Unidos.

Respecto a su programa concreto para Fiat, Fresco reconoció que le queda mucho por conocer aún de esta empresa, pero aseguró que la Fiat del 2000 se siente lo bastante fuerte como para examinar eventuales alianzas sólo cuando pueda jugar en ellas un papel protagonistas y no de "socio pasivo". Fresco precisa que viene a poner en marcha una estrategia de crecimiento del grupo, y "no de venta, porque si no, no me habrían llamado a mí, habrían contratado a un banco de negocios".