Cardenal rechaza que un caso concreto condicione acuerdos sobre Justicia

El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, afirmó ayer, en un curso de verano de El Escorial (Madrid), que hace mucho tiempo que se habla de los problemas "endémicos" de la Justicia y que, aunque le parece bien que el PP y el PSOE se aproximen y los resuelvan, no cree que "haya que polarizar que se celebren [los encuentros] antes o después [de un determinado juicio] y se trata de estos temas o de otros y se apunten estas soluciones u otras en función del resultado de un proceso".Cardenal respondía a la intención del presidente del Gobierno, José María Aznar, de esperar a la sentencia del caso Marey para tratar con el PSOE diversos temas de Estado, entre ellos el de la Justicia, informa Europa Press.

El fiscal explicó que la intención que tenga Aznar con estas conversaciones se le debe preguntar a él y que los problemas de la Justicia son endémicos y afectan a Juzgados, Fiscalías y Audiencias.

Cardenal recordó que ya se está trabajando en ellos con leyes, como la de lo Contencioso-Administrativo, el proyecto de Ley de Enjuiciamiento Civil y la modificación del artículo 14 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, con la que se pretende descongestionar las Audiencias Provinciales.

En cuanto al nombramiento del fiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo como teniente fiscal, puesto para el que ha sido rechazado dos veces, Cardenal dijo que ahora es época de irse de vacaciones y tranquilizarse y que cuando se reanude la actividad habitual se hará la propuesta correspondiente.

Respecto a la citación al jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía, Eduardo Torres-Dulce, para que declare como testigo en el caso Liaño, Cardenal dijo que no puede saber cuál es la pretensión del abogado que ha solicitado su comparecencia.

En la conferencia que pronunció en uno de los cursos de verano de la Universidad Complutense, organizado por el Colegio de Abogados de Madrid, Cardenal aseguró que "no es de recibo" que los instructores de procedimientos criminales "acumulen la función investigadora con la de garantes de los derechos del investigado".

Según Cardenal, supone una contradicción que "sea el mismo juez que dirige la investigación quien tiene asignada la garantía de los derechos fundamentales de los investigados y quien asume decisiones tan trascendentales como son las medidas cautelares", que incluyen la prisión preventiva. El fiscal afirmó que se trata de evitar que los jueces de instrucción se conviertan en "inquisitivos y prepotentes".

La opinión de Cardenal coincide con la que el martes pasado expresó, en el mismo curso, el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Javier Delgado.

Deliberaciones

Por otra parte, los once magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo que han enjuiciado el caso Marey se reunieron durante toda el día de ayer y comenzaron las deliberaciones de la sentencia, que se prevén largas y complejas.En las primeras horas de reunión, desde las 10.00 hasta las 14.30, los jueces abordaron cuestiones periféricas, como la metodología de trabajo que van a seguir y las jornadas de deliberaciones. La reunión continuó a las cinco de la tarde y se prolongó hasta primeras horas de la noche.

Los magistrados se trasladaron desde el salón de Plenos del Tribunal Supremo, donde se ha celebrado el juicio, a la sala principal de la antigua biblioteca, que cuenta con aire acondicionado.

Los integrantes del tribunal disponen de abundante jurisprudencia y de un estudio del gabinete técnico sobre la prescripción de los delitos, cuestión que se perfila como el principal caballo de batalla entre los juzgadores y sobre la cual la Sala se mantiene fuertemente dividida.

Las deliberaciones seguirán hoy, se interrumpirán el viernes y proseguirán el lunes.