La juventud vasca se preocupa más por el paro que por el terrorismo
La juventud vasca siente más inquietud por los problemas sociales que por los políticos. Ésta es una de las conclusiones que se extrae de una encuesta realizada por el Gobierno vasco a 1.800 personas de entre 15 y 29 años. En ella se aclara que los jóvenes están preocupados casi en exclusiva por dos cuestiones, el paro y el terrorismo. El desempleo, eso sí, suscita interés en el 77% de esta población, por encima del 63% referido a la violencia. Se constata además que a medida que se incrementa la edad de los encuestados se concede mayor importancia al problema del paro. Políticamente, la mayoría se sitúa en la izquierda (un 48%), mientras que sólo un 7% se considera de derechas. Sin embargo, cabe resaltar que un tercio de los jóvenes prefiere eludir esta clásica división ideológica. Fundamentalmente, los votantes del PNV, que no se sienten ni de izquierdas ni de derechas, aunque en caso de posicionarse prefieren la primera clasificación. Los jóvenes afines al PP son quienes más de centro se sienten. No obstante, la juventud vasca es mucho más crítica que sus mayores ante el trabajo de los partidos políticos. De hecho, suspenden a todos los líderes, tanto vascos como nacionales. PASA A LA PÁGINA 3
La juventud cree que el éxito llega más por influencias que por méritos propios
VIENE DE LA PÁGINA 1 Conocer gente con influencia es una mayor garantía para lograr el éxito que poseer unas buenas cualidades personales, tales como trabajar mucho o ser inteligente. La juventud vasca así lo cree, y se reafirma a medida que crece, sobre todo en el periodo entre los 26 y 29 años. El cambio de mentalidad más brusco se aprecia con la mayoría de edad, cuando los jóvenes dejan de pensar que lo fundamental es trabajar duro y creen ser claves o imprecindibles las influencias. La mayor preocupación de los jóvenes vascos es el paro. En cambio, esto no implica que el trabajo ocupe uno de los primeros puestos en su escala de valores para conseguir la felicidad. Lo sitúan en quinta posición, por detrás de la salud (59%), el amor (41%), la familia (28%) y la amistad (21%). El trabajo se contempla como una vía para poder realizarse, aunque la mayoría (un 47% frente al 18%) opina que la autorrealización se consigue más fuera del ámbito laboral que dentro. En líneas generales, el joven vasco se siente "bastante feliz". A este sentimiento responden 72 de cada cien, y que se amplía a "muy feliz" en caso de otros 20 encuestados. Por tanto, en cuanto a satisfacción superan ligeramente a los mayores, que se quedan en el 86%. No sólo son felices. Los jóvenes vascos se sienten además más optimistas que quienes han franqueado la frontera de los 30 años. Todos los encuestados piensan que su situación particular es buena y que mejorará en un año. Los más satisfechos en términos globales son los jóvenes de 15 a 17 años, y los votantes del Partido Popular. Al contrario, los más descontentos son los votantes de Herri Batasuna. En el ámbito familiar, la juventud vasca cree que los hijos e hijas tienen hoy mayor libertad (89%) y que existe una mayor igualdad entre hombres y mujeres dentro de ese entorno (así lo cree el 72%). Por contra, un 67% de los encuestados admite que ahora se respeta menos a los progenitores. Donde existen grandes diferencias con respecto a los mayores de 30 años es en la concepción del matrimonio. Hoy la opción de la mayoría consiste en convivir una temporada antes de casarse (29%), mientras que sólo el 23% opta por pasar por vicaría directamente. Entre los mayores esta opción la elige más de la mitad. El sector joven de la población se siente tolerante con colectivos marginados tales como los homosexuales, aunque tres de cada diez no admiten el derecho de estos a adoptar hijos. Los menores de 30 años defienden el derecho al aborto (un 73%) y a la eutanasia (86%) y dudan de que el mayor número de inmigrantes extranjeros conlleve un incremento de la delincuencia, opinión apoyada por un 71% de los encuestados. Este sector concede sus mayores simpatías hacia los grupos ecologistas. En el lado contrario tienen considerados a los militares. Independentismo De la encuesta se extrae la certeza de que el interés por la política es minoritario. De hecho, uno de cada dos jóvenes vascos no se siente nada atraído por cuestiones de este tipo. No obstante, en esa misma proporción (un 49%), se muestran parcial o totalmente a favor de la independencia de Euskadi, según los datos aportados por el Gobierno de Vitoria. Esta actitud política no ha variado en el último año, pero sí ha disminuido el número de quienes están totalmente en contra de la soberanía de la comunidad. En 1996 suponían un 21% y al año siguiente, un 11%. Ese sector de la juventud que ha cambiado de opinión se siente ahora indiferente hacia la cuestión: no sabe, no contesta o ni se muestra a favor ni en desacuerdo. Las diferencias en este asunto entre menores y mayores de 30 años son significativas: un 49% por un 35% de independentistas, respectivamente. Aunque hay matices. Han disminuido los jóvenes que defienden totalmente esta idea -bajan del 27% al 23%-, justo en la misma proporción en que aumentan aquellos que apuestan parcialmente por ella: del 22 al 26%. El estudio, referido a personas de entre 15 y 29 años, trata también del sentimiento vasco, con el que se identifican tres de cada cinco encuestados. Un 58% se siente únicamente vasco o más vasco que español, una proporción mayor que en los mayores (45%). En este sentido apenas han variado las cifras con respecto a las encuestras recogidas el año anterior.
Suspenso general a los políticos
La juventud vasca está cada vez más desencantada con la política y con los políticos, a los que tiene peor considerados de año en año. En una actitud mucho más crítica que los mayores de 30 años, los jóvenes suspenden a todos los líderes de Euskadi y también del panorama nacional. Los datos son contundentes: todos los líderes han perdido popularidad desde 1996 hasta el momento en que se realizó el sondeo, en los meses de mayo y octubre del año pasado. Ninguno se salva. El mejor valorado, según la encuesta del Gobierno vasco, es el lehendakari, José Antonio Ardanza, con una puntuación de 4,9. Por debajo, le siguen en el escalafón Garaikoetxea, Arzalluz y Jáuregui. Los hay mucho peor parados. Sin ir más lejos, el presidente, José María Aznar, que recibe una de las peores notas: un 2,4. En general, los menores de 30 años tienen peor imagen de todos los políticos que sus mayores. Tan sólo cumplen la excepción Julio Anguita (un 3,3 puntos) y Karmelo Landa (2,8). En la cola de la lista se sitúa Pablo Mosquera, que no llega al 2. Se producen casos curiosos como que dentro de los votantes de partidos de ámbito nacional el lehendakari está mejor valorado que algunos de los dirigentes del partido con el que simpatizan. Siempre según la encuesta del Gobierno vasco, los votantes socialistas colocan a Ardanza al mismo nivel que Felipe González, y por encima de Almunia, Ramón Jáuregui y Nicolás Redondo. Entre los simpatizantes del PP, Ardanza está mejor colocado que Carlos Iturgaiz. Los líderes sufren en la encuesta un duro revés. Pero los partidos tampoco salen mejor parados. Ninguno llega al aprobado. El PNV, el mejor situado, se queda en una puntuación de 4,2. A continuación le sigue su socio de Gobierno, Eusko Alkartasuna, y por detrás están Izquierda Unida, el PSE-EE, Herri Batasuna, PP y Unidad Alavesa.Con respecto a los mayores, sólo salen favorecidos HB e IU.
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