González alerta al PSOE de que se está urdiendo una "oferta convenida" de tregua por parte de ETA

Los casi 200 miembros del Comité Federal del PSOE dedujeron ayer de las palabras de un Felipe González más críptico que nunca y, al parecer, irritado, que les alertaba sobre la posibilidad no lejana de que ETA "de manera convenida" ofrezca una tregua. González, que calificó de "trampa" esta posibilidad, lanzó esta hipótesis en una reunión en la que se vertieron fuertes críticas al Gobierno por no haber convencido al PNV de que no se separe del espíritu constitucional y estatutario y que, por el contrario, se limite a asistir sin rechistar al acercamiento de los peneuvistas a HB, según la percepción socialista.

La reunión del Comité Federal del PSOE abordó muchos asuntos, pero las intervenciones sobre política antiterrorista y la situación en el País Vasco ocuparon gran parte de la agenda de la jornada ya que, por un lado, el secretario general de los socialistas de Euskadi, Nicolás Redondo Terreros, informó a sus compañeros de las razones que le habían llevado a romper el acuerdo de Gobierno con el PNV, y por otro, el debate sobre la violencia era obligado al cumplirse el primer año del asesinato del concejal del PP de Ermua Miguel Ángel Blanco.La sorpresa vino cuando el ex secretario general Felipe González alertó a sus compañeros de la posibilidad de que "antes de vacaciones" se encuentren con la "trampa" de que existe "una oferta convenida de tregua provisional" por parte de la banda terrorista ETA, según asistentes a la reunión. El ex presidente del Gobierno dejó en el aire la respuesta sobre cuáles serían los pasos a seguir por parte de los socialistas en caso de que se produjera dicha tregua.

Relaciones con el PNV

Antes, González había asegurado que, en los años de Gobierno del PSOE, los socialistas nunca se habían relacionado con el PNV tal y como ahora lo hace el Partido Popular. Los socialistas insisten en que les parece inconcebible que el PP pacte con la formación que dirige Xabier Arzalluz todo menos la política antiterrorista. A juicio de González, la línea de fractura en el País Vasco no está entre nacionalistas y no nacionalistas, sino entre los que respetan o no la Constitución y el Estatuto de Autonomía vasco.Esta misma línea la defendieron Redondo Terreros y la ex consejera socialista del Gobierno vasco Rosa Díez. Ambos explicaron que los socialistas vascos han roto el Gobierno tripartito que formaban con el PNV y Eusko Alkartasuna porque desde hace meses el PNV practicaba una política de acercamiento a Herri Batasuna por la vía parlamentaria "en busca de una nueva mayoría".

Pero en el ambiente había quedado el aviso de Felipe González y a partir de ahí empezaron las interpretaciones sobre qué fuerzas políticas estarían en esa "oferta convenida de tregua provisional". Para algunos asistentes a la reunión está claro que participarían de ella el PNV, HB y Eusko Alkartasuna, mientras que hubo división de opiniones sobre si el Partido Popular estaría o no en ese grupo de contacto con ETA. En la misma reunión, el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, dio una primera respuesta a la pregunta que dejó flotar Felipe González. "La única respuesta a ETA es que dejen de matar, al tiempo que ya saben que los demócratas estamos siempre en tregua permanente de generosidad individual para estudiar la reinserción persona a persona", señaló Almunia. A todos les pareció correcta esta respuesta así como las críticas al PP "por no liderar la política antiterrorista". No hubo ataques directos al PNV sino que, por el contrario, hubo distintas intervenciones proclives, al menos en teoría, a intentar "si se da otro contexto" la reanudación de las relaciones con los peneuvistas. Lo pidieron así el propio Nicolás Redondo Terreros, el dirigente de Izquierda Socialista Manuel de la Rocha y el ex ministro de Justicia Enrique Múgica.

El "caso Marey"

Antes de que se abordara esta cuestión, el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, habló de la política antiterrorista, pero también del juicio que se sigue en el Tribunal Supremo por el secuestro de Segundo Marey y de los ex altos cargos del Ministerio del Interior socialistas que se sientan en el banquillo.El presidente extremeño decidió que es mejor poner la venda antes de que pueda producirse la herida, y pidió a sus compañeros que vayan preparando una respuesta por si en la sentencia se recogen y se asumen los duros argumentos contra el ex ministro José Barrionuevo y el ex director general de la Seguridad del Estado Rafael Vera que utilizó esta semana el fiscal José María Luzón, que afirmó que nada de lo que ocurrió en torno al secuestro de Marey pudo producirse sin el consentimiento del entonces titular de Interior y de su número dos en el ministerio. "Si eso figura en la sentencia, entonces tendremos que preguntar por los 43 muertos anteriores a la existencia de los GAL y habrá que aplicar la misma regla, por lo que los ministros de entonces también se verían afectados", dijo Rodríguez Ibarra.

En opinión del presidente extremeño, si José Barrionuevo y Rafael Vera resultan condenados, el PSOE no deberá "poner la otra mejilla como ocurrió en el caso Filesa, ya que todos los partidos se financiaron de manera irregular pero sólo los socialistas fueron enviados a prisión", concluyó Rodríguez Ibarra.