Degradación y tortura
El uso en las prisiones de EEUU de un cinturón que descarga electrochoques y se activa por control remoto es "un instrumento de degradación y tortura", denunció ya en junio de 1996 Amnistía Internacional. La organización internacional pidió entonces al Gobierno norteamericano que prohibiera el uso en su país y la venta al extranjero de ese artilugio.Amnistía Internacional volvió a clamar ayer, a raíz del incidente de Los Ángeles, contra el cinturón aturdidor REACT. "No sólo cabe la posibilidad de que sea activado accidentalmente, sino también de que sea utilizado por autoridades o funcionarios para inflingir deliberadamente dolor y humillación a los presos", dijo un portavoz de la organización.
El cinturón REACT provoca una descarga en el riñón izquierdo que se transmite a los sistemas sanguíneo y nervioso de la persona y le causa un serio dolor durante ocho segundos y total incapacitación desde el primer instante. Según estudios de doctores británicos citados por Amnistía Internacional, es muy peligroso si se aplica a personas con problemas cardíacos.
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