Castellá reconoce que la tasa de basura subirá para costear el plan de envases

El próximo inquilino de las calles valencianas, el iglú amarillo para la recogida selectiva de envases, traerá bajo el brazo una subida de la tarifa de basura que pagan los ciudadanos. El consejero de Medio Ambiente, José Manuel Castellá, reconoció ayer en Valencia, en la presentación del Programa de Residuos de Envases Usados, que una parte de los 6.000 millones de pesetas anuales del plan será financiada con un aumento de la tasa de residuos.

El plan de envases contempla la construcción de 16 plantas de clasificación y embalaje y la instalación de iglús amarillos para que los ciudadanos depositen los envases ligeros. Junto a los contenedores verdes de vidrio y los azules de papel y cartón, las calles valencianas contarán dentro de cinco años, cuando acabe de implantarse este programa de recogida selectiva, con 7.000 contenedores, según Castellá. El consejero precisó que una buena parte del programa será financiada con las aportaciones de los fabricantes de envases, como marca la ley, y con los ingresos obtenidos por el material reciclado. Pero las "fluctuaciones constantes" de precio que sufre el material reutilizable dificultan, en opinión del consejero, el cálculo del dinero que se ingresará por su venta. Castellá precisó que el dinero que falte para cubrir estos 6.000 millones anuales se cubrirá con un nuevo aumento de la tasa de residuos. Los primeros ciudadanos que participarán en el programa de envases serán los habitantes de La Ribera Alta, La Ribera Baja y La Costera, un territorio de 335.000 personas que conforma la Zona 19 del Plan Integral de Residuos. La consejería comenzará en septiembre la construcción de la planta de clasificación y embalaje que dará servicio a estas tres comarcas. Al mismo tiempo empezará a distribuir los iglús amarillos por las calles de estos municipios. Castellá confía en que la recogida selectiva de envases en estas tres comarcas se iniciará en octubre o noviembre. Los asistentes a la jornada de ayer en la Fundación Bancaixa -ediles, empresarios, ecologistas...- debatieron sobre el marco legislativo del programa de envases. Castellá aprovechó para criticar a los ayuntamientos que han instalado iglús amarillos y luego mezclan los envases recogidos con el resto de la basura porque no tienen plantas específicas.