Los sindicatos y el Gobierno reanudan las negociaciones sobre las 35 horas

El Ministerio de Trabajo y las centrales sindicales UGT y CCOO anunciaron ayer que a partir de la próxima semana se reanudarán las negociaciones sobre tres puntos cruciales: la creación de incentivos económicos para las empresas que creen empleo a través de la reducción de la jornada laboral, el tratamiento del trabajo a tiempo parcial y el aumento de la cobertura por desempleo para los parados de larga duración. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, auguró que el diálogo con el Gobierno será "muy difícil".

Los sindicatos CCOO y UGT anunciaron ayer de forma conjunta que la próxima semana -presumiblemente, a partir del martes, según declaró Cándido Méndez- iniciarán una nueva ronda de negociaciones con el Ministerio de Trabajo, tanto sobre temas nuevos como pendientes de los acuerdos firmados en los últimos dos años.Para esta ronda se crearán tres mesas bipartitas. En la primera de ellas se discutirán las modificaciones necesarias para garantizar el carácter voluntario del trabajo a tiempo parcial y equiparar la protección social de estos contratos a los de tiempo completo. Sobre estos tipos de contrato, Méndez declaró ayer, tras su reunión con los secretarios generales de Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha, que los empresarios no abusen de la contratación temporal, el Gobierno debería dar el ejemplo reduciendo la precariedad de los empleos públicos, reforzando los niveles de inspección sobre estos contratos y aumentando la cotización por desempleo sobre los mismos.

En una segunda mesa se revisará el actual sistema de incentivos a la creación de empleo estable. El Gobierno ya ha manifestado su intención de prorrogar los actuales incentivos al tiempo completo estable, que caducan en mayo de 1999. Méndez dijo que la negativa del Gobierno a negociar la creación de incentivos económicos para las empresas que creen empleo mediante la reducción a 35 horas de la jornada hasta que se llegue a un acuerdo entre sindicatos y patronal hará que el diálogo sea "muy difícil". El secretario general de UGT añadió que esta negociación debe ser "autónoma" entre Trabajo y los sindicatos sin condicionarla a las conversaciones con la patronal.

Méndez dijo que esta postura del Gobierno "queda desairada" con las iniciativas adoptadas por los Gobiernos de Madrid, Cataluña y Galicia, que, de diferentes formas, ya han anunciado la implantación por ley de incentivos a las empresas que creen empleo con la reducción de la jornada. Méndez explicó que "si se puede estrechar el cerco al Gobierno central a través de acuerdos en las comunidades autonómicas es una dinámica positiva". Aparte de las comunidades mencionadas, los secretarios generales ugetistas de Castilla y León y Castilla-La Mancha, presentes en la rueda de prensa junto a Méndez, aseguraron que los Ejecutivos de sus comunidades ya han tomado partido a favor de implementar por ley este tipo de incentivos. En la tercera mesa se negociará la mejora de la cobertura para los desempleados de larga duración y aquellos con cargas familiares, y sobre el cumplimiento de las medidas previstas en la pasada cumbre de Luxemburgo. El dirigente de UGT reconoció que los objetivos de ambas centrales sindicales implican un aumento del gasto público, a la vez que criticó la reforma del IRPF por ser "injusta y peligrosa" porque va a reducir la presión fiscal y a "torpedear la capacidad de gasto, lo que afectará al sistema de protección social", agregó.

Méndez dijo que los datos del Instituto Nacional de Empleo (Inem) del mes de junio son "un jarro de agua fría" para el Gobierno. Calificó de "insuficiente" al descenso del paro, sobre todo "cuando la economía crece a un ritmo del 4% y el empleo lo hace al 2%".

El dirigente sindical añadió que otra de las prioridades en la ronda de negociaciones será la discusión del Plan de Empleo para 1999. Para abordar este tema se constituirá un grupo de trabajo en septiembre próximo en el seno del Consejo General del Inem. Los criterios definitivos de este plan se fijarán en la cumbre de Viena, que se celebrará en diciembre próximo, por lo que el presupuesto para el mismo no podrá decidirse hasta entonces.