"Hay que reivindicar el valor cultural y literario del sur"
Su paisano el novelista Lorenzo Silva, reciente autor de El lejano país de los estanques y presidente del jurado que falló el premio, no ha escatimado epítetos para el que puede ser un pronto competidor en los estantes de las librerías: "Su obra es soberbia, magnífica", reitera. El destinatario de tan abierto piropo lleva por título Los nombres del cazador y le ha servido a su autor, Óscar Martínez García, de sólo 25 años, para erigirse en triunfador del III Premio de Novela Ciudad de Getafe.Óscar Martínez, licenciado en Filología Clásica y a un paso del doctorado con una tesis sobre Las traducciones de Homero en España, reivindica el talento literario del sur de Madrid con una obra pletórica en reminiscencias artúricas, míticas y medievales. "Es una novela muy visual, como para publicarla acompañada de castillos, parajes hermosos y demás grafitos", sugiere. La editorial Huerga&Fierro se encargará en los próximos meses de sacarla a la luz. Pregunta.Los nombres del cazador... Ha encontrado usted un título hermoso. Respuesta.Se refiere a que las personas son más como se las conoce que como en realidad son: el nombre las define. Lo extraje de El cazador negro, uno de los libros que utilicé para mi tesina sobre El mito de Teseo en la literatura. Hablaba sobre un guerrero que tuvo un final catasfrófico por no acceder a despojarse de la ropa negra que lucía.
P.¿Se ha basado en ese mito para su novela?
R. En cierta medida, la novela es la vertiente literaria de mis estudios antropológicos, sí. Veo en Teseo a un joven guerrero al que el amor y la guerra servían como ritual de iniciación, y en mi libro, ciertamente, hay algo de eso.
P. Habla de mitos clásicos, pero el libro más bien parece de ambientación medieval.
R. Sí, pero en realidad suprimí toda referencia de tiempo y lugar en la novela, un poco -lo confieso- por vaguería: así me ahorraba documentación. Me atrajo más el juego de los anacronismos, así que el libro ha terminado repleto de ellos.
P. El suyo parece un ejercicio de osadía para una primera novela.
R. No sé. Sólo he intentado hacer lo que me daba la gana. Detrás de anacronismos y referencias míticas subyace una historia relativamente sencilla, la de un joven que se lanza en busca de la gloria pero se olvida de tomar precauciones.
P.¿Cómo le ha dado por los castillos, las espadas y los guerreros en un entorno tan industrial y urbano como su ciudad?
R. Es que en Getafe hay unas bibliotecas en las que se disfruta mucho. Y el costumbrismo no me atraía.
P. Primero, Lorenzo Silva; ahora, usted. ¿Hemos descubierto una cantera?
R. Ojalá. Por lo pronto, creo que hay que reivindicar el valor cultural y literario del sur de inmediato.
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