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Los cadetes ultras o indisciplinados serán expulsados de las academias militares

Miguel González

Los alumnos que carezcan de "valores constitucionales" o "virtudes militares" serán expulsados de los centros de formación de los ejércitos, según el anteproyecto de ley del Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas que ha sido remitido por el Gobierno al Consejo de Estado. Defensa pretende evitar el acceso a la profesión militar de aquellos cadetes que se caractericen por sus actitudes ultras, indiciplinadas o violentas, mediante la instauración de un nuevo procedimiento de expulsión de las academias, que exigirá la apertura de un expediente extraordinario.

Junto a las causas que ya existen para decretar la baja forzosa de un alumno de un centro docente militar -pérdida de actitudes psicofísicas, no superación de los planes de estudios, sanción disciplinaria por falta grave, condena por delito doloso a más de seis meses de cárcel y prisión preventiva por el mismo plazo-, el proyecto del Gobierno instaura una nueva: la "carencia de los principios y valores constitucionales las virtudes militares recogidas en las Reales Ordenanzas de las Fuerzas Armadas".Se trata de una fórmula que permite una gran discrecionalidad, dada la ambigüedad de expresiones como "valores constitucionales" o "virtudes militares", pero Defensa considera que es posible aplicarla precisamente durante el periodo de formación, antes de que los cadetes se conviertan en miembros de pleno derecho de las Fuerzas Armadas. "Un militar es algo más que un técnico especializado y personas con actitudes contrarias a la Constitución o comportamientos poco acordes con principios como los de jerarquía y disciplina no deben entrara en los ejércitos por buenas notas que obtengan", afirman fuentes de Defensa.

Para limitar en parte el margen de discrecionalidad, el anteproyecto señala que la carencia de dichos valores deberá acreditarse en un "expediente personal extraordinario, mediante resolución motivada y previa audiencia del interesado". Una de las principales novedades que, en materia de enseñanza militar, presenta el texto remitido al Consejo de Estado es la unificación de los cursos de estado mayor y ascenso al generalato, que actualmente realiza cada ejército por separado y en el futuro se harán conjuntamente en la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, integrada en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional, que depende del jefe del Estado Mayor de la Defensa.

Se trata del mayor avance producido hasta la fecha en la instauración de una doctrina de actuación conjunta de los tres ejércitos, que en gran medida siguen funcionando como si fueran tres ministerios distintos, lo que ocurrió hasta su unificación por el teniente general Gutiérrez Mellado en 1977.

Otra novedad introducida a última hora en el texto aprobado por el Consejo de Ministros es el retraso de la edad de pase a la reserva de los militares, que con carácter general estaba en los 58 años y ahora se fija en 61. El proyecto inicial ya establecía que hasta llegar a esta última edad se seguirían cobrando la totalidad de las retribuciones, por lo que Defensa ha considerado que, prácticamente por el mismo coste, resulta mejor mantenerlos en activo.

No obstante, los oficiales superiores que no lleguen al generalato pasarán a la reserva al cumplir 34 años de carrera -actualmente son 32-, lo que supone que la mayoría dejará el servicio activo con 59 o 60 años de edad. Estas medidas, acordes con el retraso en la edad de jubilación de los funcionarios, deberán compensarse con otras, como la retención en el empleo de los militares que no sean clasificados para el ascenso, si se quiere evitar un envejecimiento de los cuadros de mando de las Fuerzas Armadas y, sobre todo, la formación de tapones que impidan la promoción de los oficiales jóvenes.

Por otra parte, el tiempo de servicio como soldados o marineros profesionales servirá de "mérito" para acceder a empleos en las Administraciones Públicas, pero no con carácter general, como se decía en el proyecto inicial elaborado por Defensa, sino sólo para aquellos puestos que "guarden relación" con la tarea, las aptitudes o la titulación obtenida en las Fuerzas Armadas. Desaparece también la mención expresa al acceso preferente de los ex soldados a las policías autonómicas.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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