1.000 páginas de película
El entoldado de la Feria del Libro de Barcelona fue el marco anoche de la presentación del Diccionario del cine español, una extensa obra promovida por la Academia de Cinematografía, que preside José Luis Borau. Este veterano cineasta estuvo arropado por tres de sus colegas catalanes: Rosa Vergés -su segunda en la Academia-, Ventura Pons y Bigas Luna. También acudió Román Gubern, historiador y analista del cine. Entre el público, un director histórico, Rovira Beleta, quien, recordó Vergés, ha sido dos veces candidato al Oscar. El Diccionario del cine español (Alianza) incluye más de 1.300 entradas, unas 5.000 películas, 200 fotografías y tiene 1.100 páginas. En él, han participado 80 colaboradores, principalmente críticos e historiadores. Está previsto que la obra, la primera de sus características que se publica, se actualice cada cinco años. Borau definió el diccionario como "una obra de consulta, de servicio" y recordó que reúne información que hasta ahora estaba dispersa en distintas fuentes. Gubern alabó el momento actual del cine español con relación al realizado en el pasado. "Durante muchos años", ironizó, "el cine español no existía, sólo estaba san Buñuel, después en los sesenta a san Buñuel se sumó el beato Carlos Saura, y hace pocos años san Pedrito Almodóvar rompió el cerco". El cine español va bien, según Gubern, pero no gracias a la Administración: "Es un capital que las autoridades deberían cultivar y conservar, y no lo hacen". Bigas Luna reveló que hay tres cosas que le gusta tocar: "una piel maravillosa, una piedra y un libro". "Y éste", añadió con referencia al diccionario, "es de los que da gusto acariciar". Mientras en el entoldado se hablaba de cine, fuera, en el Moll de la Fusta, las casetas de libros permanecían casi vacías. El bochorno y los tortuosos adoquines posiblemente ahuyentaron a la clientela.
