El Gobierno catalán pedirá el próximo año la gestión de los aeropuertos

Los colapsos de Barajas han asustado al Gobierno catalán, que ha decidido recuperar una vieja reivindicación: el traspaso de la gestión de los aeropuertos catalanes. El Ejecutivo que preside Jordi Pujol había renunciado de momento a la reclamación, con el objetivo de no entorpecer los acuerdos sobre la tercera pista del aeropuerto de El Prat, contra la opinión de las fuerzas económicas y sociales catalanas.

El espectáculo vivido en el aeropuerto de Madrid, con incontables retrasos, pérdidas de equipajes, dilaciones sin cuento y, sobre todo, el cruce de acusaciones entre Aeropuertos Nacionales e Iberia, ha hecho que el Gobierno catalán atienda a la voluntad de entidades de tanto peso como la Cámara de Comercio, partidarias de que la gestión de los aeropuertos catalanes dependa de Cataluña. Esta reclamación fue aparcada hace unos meses, coincidiendo con una visita a Barcelona del ministro de Fomento, Rafael Arias Salgado, en un gesto de buena voluntad del Gobierno catalán. El consejero de Política Territorial, Pere Macias, calificó la ampliación de El Prat de prioritaria frente al traspaso de la gestión. El propio Macias anunció ayer que el Gobierno catalán reclamará la gestión el próximo año. El aeropuerto barcelonés notó ayer las repercusiones de lo ocurrido Barajas, en especial con retrasos en el puente aéreo. Asimismo Iberia vio ayer denegados otra vez los nuevos permisos de aterrizaje y despegue pedidos para El Prat, según informó TV-3 Esto significa una nueva dilación en los planes de expansión de la compañía española, que proyectaba organizar vuelos transcontinentales desde El Prat recogiendo pasaje en diversos aeropuertos europeos. La IATA, organización que regula los vuelos, ha considerado que el aeropuerto barcelonés no tiene más capacidad en las horas en las que Iberia necesitaba los permisos. Paralelamente, la delegada del Gobierno, Julia García-Valdecasas, anunció ayer que la pata sur, que permitirá enlazar el aeropuerto con el sistema de carreteras y autopistas catalanas, entrará en funcionamiento a final de año, al igual que la autovía del Baix Llobregat. García-Valdecasas aseguró que antes de que acabe 1998 se licitará la ampliación a dos carriles del acceso de la Ronda Litoral a la autopista A-2 en dos kilómetros.