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Entrevista:

JON RIBERA COMPOSITOR Y GUITARRISTA DE KE RULE "Unos chavalitos blancos nunca podrán sonar como negros"

El tercer elepé de Ke Rule, junto a Potato el conjunto de reggae más célebre de Euskadi, ya está en la calle. Se titula Explosion vibes, lo edita la discográfica madrileña Zero Records, flirtea ocasionalmente con el dub e incluye una adaptación del With a little help of my friends de los Beatles. El disco se aleja del frenesí de la fiesta, invita más al contoneo que al baile desaforado, y, como novedad, incorpora dos temas que arremeten contra la clase política y las "religiones impuestas". Cuatro años después de su creación, Jon Ribera, guitarrista, compositor y portavoz del septeto bilbaíno, no oculta su anhelo de dar el salto al mercado internacional ni disimula su desprecio hacia los escindidos Ke No Falte. Pregunta. Su nuevo disco no parece el más apropiado para una fiesta. Respuesta. Es que no somos un grupo de pachanga. No se puede esperar un disco de Georgie Dann con la canción del verano. Hacer una pachangada y tirar de ritmo sería lo más fácil. Lo difícil es hacer buena música en su ritmo, que en el caso del reggae es lento. El disco tiene el aroma del reggae y, es más, para un purista del reggae quizá somos demasiado pachangas. En lo referente a patrones rítmicos y cosas así pienso que todavía hay que mejorar nuestro sonido, pero realmente no conozco en España a ninguna banda que suene como un grupo de negros. Aunque pienso que se puede hacer reggae blanco bastante puro. P. El disco se abre con Kogollito dub. ¿Es inevitable referirse a la marihuana cuando se hace reggae? R. No, lo que pasa es que son cosas de las que normalmente hablamos. ¿De qué hablamos? Pues de música, de petardos, de free climbing [escalada], de cubarse... P. ¿Hasta dónde piensan llegar con la nueva compañía? R. Hasta donde el público que cree en nosotros nos apoye. Estamos con Zero Records porque es de las pocas compañías que creen en lo que luchan. Es como si la multinacional fuera un petrolero y Zero la barquita de Greenpeace. Está ahí a ver si les mete algún gol a esos que son los que realmente están jodiendo el negocio. P. ¿Por qué hay tantos grupos de reggae en Euskadi? R. No lo sé. Igual diría que nosotros hemos ayudado. Salimos en el 94, se hizo un boom y la gente quizá se animó porque vio una salida o porque le llamó la atención lo que hicimos. Pero igual estoy diciendo una auténtica bazofia, me estoy creyendo que soy el centro del mundo y todo es mentira. Igual todo fue una casualidad y los grupos salen simplemente como salimos nosotros, porque a la gente le apetece. No lo tengo muy claro. P. Son el grupo de reggae más célebre de Euskadi. ¿Es Ke Rule un buen negocio? R. No sé. Creo que un ayudante de currela, aparte de tener más seguridad, gana más dinero que yo al mes. Yo estoy cobrando la ayuda de los pobres ésa... con esto digo todo. Todos los miembros tienen otros trabajos salvo yo, que trabajo las 24 horas del día por Ke Rule, para no cobrar un duro y que encima lleguen algunos del grupo que no se pringan y pidan cobrar. Convivir en una banda es difícil. P. ¿Continúan aspirando a dar el salto al mercado internacional? R. Sí, ésa es un poco la meta. Ésa y llegar a sonar como una buena banda de reggae, aunque unos chavalitos blancos nunca podrán sonar como unos chavalitos negros. Tiene mucho morbo intentar hacer un estilo negro desde aquí, siendo blancos y sin esos problemas que ellos tuvieron hace 500 años. Es como un reto, teniendo en cuenta que es una música muy sencilla, que sus patrones rítmicos están dados la vuelta del revés y que si no te lo crees no suena. Me gustaría que viniese alguien de fuera, de Francia, Inglaterra o Jamaica, y me dijera que lo que estamos haciendo no es una payasada. P. ¿Comparte la doctrina rastafari? R. La respeto, pero no me creo nada de ningún dictador, de nadie que me imponga nada. Sólo creo en las personas y en sus sentimientos. P. ¿Ha hecho las paces con sus antiguos compañeros de Ke No Falte? R. En la puta vida haré las paces con personas que no sean personas. Me han cogido por la espalda, me han cortado el cuello, me han machacado, me han criticado y todavía me siguen dando mogollón de problemas. Con el tiempo me han demostrado que no han hecho más que el reggae que me han robado.

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