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El PP designa a un oficial de su confianza nuevo jefe de la Policía Municipal de Madrid

Jan Martínez Ahrens

José Manuel Morales Ruiz fue nombrado ayer jefe de la Policía Municipal de Madrid, en sustitución de Pedro Cabrero. Morales ocupaba desde hace casi siete años la dirección de servicios del cuerpo, un cargo de libre designación que actúa como enlace entre los responsables políticos y la policía. Considerado por los mandos como un oficial competente y respetado, el nuevo jefe policial pasará a dirigir el mayor cuerpo de agentes locales de España (más de 5.500 efectivos). El ascenso de Morales suscitó el recelo del PSOE, que criticó, "con independencia de su valía", que desde 1991 es el hombre de confianza del PP en la Policía Municipal y que ha sido nombrado por designación, no por oposición.

Morales ingresó en la Policía Municipal en 1982 y por oposición como oficial. Licenciado en Derecho, casado y con hijos, sus pares en el mando le consideran un hombre con buena imagen, cauto y dialogante, que en su paso por unidades ejecutivas consiguió el respeto de sus compañeros y superó las acciones conflictivas. Primero fue oficial en el distrito de Hortaleza, luego trabajó en la Unidad de Protección Ciudadana y en Asuntos Internos, hasta ser nombrado subinspector de la Zona 1 (Centro, Moncloa, Tetuán, Chamberí y Fuencarral).En esta época, entre 1989 y 1990, le correspondió la dirección de las operaciones de desalojo de los artesanos de la plaza de Santa Ana que culminaron en cargas policiales y denuncias por abuso de autoridad y malos tratos. Su actuación, sin embargo, fue defendida incluso por el PSOE, que recordó que Morales se limitó a cumplir las órdenes del concejal Ángel Matanzo.

Ascenso y crisis

Y así, en septiembre de 1991, el concejal de Seguridad le nombró director de servicios de la Policía Municipal, cargo que ha ocupado sin interrupción desde entonces. Durante estos años, ha desarrollado su trabajo como principal asesor de seguridad y hombre de confianza en el cuerpo de López Collado y luego de José Ignacio Echeverría, actual concejal de Seguridad y primer teniente de alcalde.Entre las crisis que le ha tocado vivir, figura la desatada por el general Manuel Fernández-Monzón, quien en julio de 1994 tuvo que abandonar el cargo de inspector jefe de la Policía Municipal tras la publicación de un confidencial que él mismo editaba y enviaba, y que contenía comentarios groseros e invectivas contra concejales y diputados. Tras la dimisión de Fernández-Monzón, Morales se mantuvo como director de servicios, y el cargo de inspector jefe pasó a manos de un hombre de la vieja escuela, Pedro Cabrero, quien ocupó el puesto como habilitado. Cabrero, un agente sin estudios superiores, había ingresado en 1958 en el cuerpo y ascendido peldaño a peldaño hasta la cúpula. Considerado entre los agentes un "buen hombre", fuentes policiales han señalado que su tiempo se había agotado. Este lunes, al cumplir 65 años, se jubiló. Al día siguiente, el concejal de Personal nombró por decreto a Morales inspector de la Policía Municipal (el único y más alto mando que hay ahora) y le dio en correspondencia la jefatura del cuerpo con carácter provisional.

Esta provisionalidad fue criticada por el concejal del PSOE Eugenio Morales, quien hizo suyo un lamento extendido entre los sindicatos policiales: todos los mandos del cuerpo se encuentran habilitados, es decir, que, al igual que José Manuel Morales, su cargo no ha sido obtenido por oposición, sino por designación. "Han quitado un habilitado para poner a otro. Y no hay que olvidar que Morales, sin poner en duda su profesionalidad, ha sido, como director de servicios, un hombre de confianza del PP, elegido a dedo para el cargo", señaló Eugenio Morales.

Para el edil del PSOE, cubrir la plaza de jefe de la policía por habilitación y no por concurso oposición supone "desprofesionalizar" el cuerpo y generar en la cadena de mando una subordinación a las siglas políticas que les han designado. "La jefatura debe ser y parecer profesional, por encima de los partidos", remachó el concejal, quien reforzó su tesis del control político al recordar que, para la dirección de servicios que ha dejado vacante José Manuel Morales, no ha sido designado nadie.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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