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4.000 millones de presupuesto

Las representaciones teatrales fueron segregadas del festival en 1989 con la creación del Festival Internacional de teatro, que se celebra entre mayo y junio. A partir de ese momento, el Festival Internacional de Estambul pasó a llamarse Festival Internacional de Música de Estambul, agrupando conciertos de todo tipo, ópera y ballet. La última segregación tuvo lugar en 1994 con la creación del Festival Internacional de Jazz, que se celebra en julio, cuando finaliza el Festival Internacional de Música ahora dedicado sólo a conciertos clásicos, ópera y ballet.El Festival de Estambul es hoy un gran festival de festivales que maneja un presupuesto global que supera los 25 millones de dólares (cerca de 4.000 millones de pesetas), con sólo un 12% del total de subvenciones públicas y que ha conseguido dinamizar el teatro, la música, el cine y las artes plásticas en Turquía al ponerlas en constante diálogo con la cultura occidental.

Más información
El Festival de Estambul presenta 1.000 artistas de música culta occidental y clásica turca

La Fundación para la Cultura y las Artes de Estambul, organizadora del festival, está promoviendo la construcción de un nuevo y mejor complejo cultural, al noreste de la ciudad, que se inaugurará en el año 2000 y que, con un presupuesto de más de 10.000 millones de pesetas, contará con un modernísimo auditorio de 2.500 localidades, diversas salas de música de cámara, teatro, cine y un teatro al aire libre. Un complejo que albergará en el futuro buena parte de la programación, sin que el festival abandone por ello los céntricos e históricos marcos que hasta ahora acogen los conciertos.

Con la cancelación de las representaciones de El rapto del serrallo en Topkapi, el festival programó por primera vez Orfeo y Eurídice, y este año la compañía de Kirov de San Petersburgo ha ofrecido La dama de picas, de Chaikovski, y Parsifal, de Wagner, en la primera audición de esta ópera en la historia de Estambul. El próximo año volverá la ópera barroca a la programación de la mano de del director italiano Fabio Biondi.

El Museo de Santa Irene, la primera iglesia construida en Estambul en el siglo IV y ubicada dentro del recinto del palacio de Topkapi, acogió el pasado año y este las representaciones operísticas.

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