Borbolla y Monteseirín protagonizan la campaña más tensa en Andalucía
Los socialistas sevillanos tienen hoy la posibilidad de elegir su cabeza de cartel para las elecciones municipales de 1999 entre el actual portavoz en el Ayuntamiento de Sevilla, José Rodríguez de la Borbolla (51 años), y el presidente de la Diputación, Alfredo Sánchez Monteseirín (40 años). Ambos han protagonizado la campaña más tensa y polémica de las celebradas en Andalucía, lo que provocó que el secretario regional del PSOE y presidente de la Junta, Manuel Chaves, les llamara a capítulo para que evitaran las descalificaciones.
Quizás haya sido la rivalidad entre ambos y la incertidumbre sobre el resultado lo que ha situado en el primer plano de la actualidad en estas primarias a los socialistas sevillanos.Los dos candidatos han elegido la vía de la firma de los militantes para avalar sus propuestas: Monteseirín reunió 1.166 firmas válidas (las necesarias son 366) y De la Borbolla 625. El censo de afiliados al PSOE en Sevilla es de 5.229, de los que un 49% votó en las elecciones primarias del PSOE para el candidato a la presidencia del Gobierno. Los dos han abierto páginas en Internet y han contratado una línea 900 para estar en contacto con los militantes.
Rodríguez de la Borbolla anunció su candidatura en plena campaña entre Joaquín Almunia y José Borrell y casi al mismo tiempo que dio a conocer su apuesta por el exministro de Obras Públicas, cuando toda la dirección andaluza apoyó entonces abiertamente a Almunia. De la Borbolla no ha contado con el respaldo de los dirigentes del PSOE de Sevilla y durante la campaña ha insistido una y otra vez que con él el PSOE tiene posibilidad de ganar a Soledad Becerril (PP) la alcaldía de Sevilla y arrinconar al andalucista Alejandro Rojas-Marcos. "Con otro candidato", afirma, "corremos el riesgo de convertirnos en tercera fuerza política en Sevilla".
Frente a la opción De la Borbolla, está la del presidente de la Diputación de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, apoyado por nueve de los 10 secretarios generales de la agrupación de Sevilla. Montesirín dio el paso después de que la secretaria provincial, Carmen Hermosín, renunciara a la competición. Durante la campaña ha hecho hincapié en diferenciarse del otro aspirante -"yo voy de ida", "represento aire fresco, otra generación de políticos"- y ha criticado la labor de oposición realizada por el expresidente de la Junta en el Ayuntamiento de Sevilla y los resultados que cosechó el PSOE en la capital andaluza en las elecciones municipales de 1995 con De la Borbolla como candidato.
Cuando este periódico publicó el resultado de un sondeo en el que el PSOE aventajaba al PP en intención de voto pero en las preferencias como alcalde De la Borbolla aparecía en tercer lugar (por detrás de Soledad Becerril y Alejandro Rojas-Marcos) y él en el séptimo, Monteseirín afirmó: "La encuesta confirma que la gente quiere votar al PSOE, pero si presentamos a un determinado candidato, la mitad se da de baja. Es una lectura terrible, si no fuera porque hay otra candidatura que es un antídoto para ese veneno".
Aunque la dirección del PSOE sevillano no quiso hacer uso de su derecho de avalar oficialmente una candidatura, la secretaria provincial, Carmen Hermosín, también terció en la polémica. Ante unas declaraciones de De la Borbolla en las que afirmó que el partido en Sevilla estaba "ensimismado", Hermosín acusó a su portavoz municipal de haber hecho una oposición "muy caballeresca", en la que la derecha "ha salido prácticamente incólume".
Veteranos en Málaga
Dos veteranos con trayectoria ilustre, Eduardo Martín Toval y Francisco Oliva, compiten por ser el próximo candidato socialista a la alcaldía de Málaga, sin que ninguno tenga el prurito de ser candidato oficialista ni tampoco clara ventaja en los pronósticos. Es más, si no existieran primarias, la dirección no habría nombrado a ninguno de los dos.La ejecutiva socialista de Málaga planeó hace tiempo que su próximo candidato a la alcaldía de la capital sería el ex consejero de Cultura de la Junta y actual rector de la Universidad Internacional de Andalucía, José María Martín Delgado. Pero la instauración del sistema de primarias quebró los planes ante las dudas de que alguien con sólo un año de militancia y sin experiencia en luchas orgánicas no pudiera superar unas primarias. Él mismo no lo vio claro y desistió.
El vacío abrió paso a estos dos veteranos que en su día pertenecieron al sector guerrista. En el camino se frustró un tercer aspirante, el presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Andalucía, Miguel Sicilia, a quien le fueron invalidadas 43 firmas, quedando por debajo de las 365 necesarias.
El actual portavoz municipal, Eduardo Martín Toval, se presenta en este proceso con la bandera de su trabajo en la oposición, que asegura ha contribuido a recuperar la credibilidad en un partido que en 1995 pasó de tener la alcaldía a ser la tercera fuerza en el Ayuntamiento. Martín Toval aspira a convertirse en el "líder de la modernidad de la ciudad", ha propuesto un pacto preelectoral con Nueva Izquierda y ha prometido si gana una lista con igual número de hombres y mujeres en puestos de salida. Martín Toval, que acreditó 742 firmas válidas, cuenta entre ellas con quienes fueron los dos líderes más significados del guerrismo y la renovación en la provincia, Carlos Sanjuán y José Asenjo.
Frente a él, Oliva, que fue concejal en 1979 y consejero de Trabajo en el primer gobierno autonómico de Chaves (1990-94) ha decidido volver a la primera línea de la política tras dos años de inactividad con el propósito de vender una "ilusión renovada". Buscado por un grupo de veteranos militantes, Oliva acreditó 1.107 firmas válidas. El tono de la campaña ha sido cordial y con propuestas novedosas.
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