Zarrías pide ante el juez que Arenas aclare si cobró de Cárnicas Molina por algún servicio
El consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, reiteró ayer ante el magistrado instructor de la sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Plácido Fernández-Viagas, las insinuaciones sobre el dinero que habría podido cobrar el ministro de Trabajo y presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas, Cárnicas Molina, a cambio de determinados trabajos. Zarrías, que declaró como imputado en la querella presentada por el ministro, permaneció más de tres horas en el despacho del magistrado, tiempo en el que comentaron "aspectos de la vida política y social de este país".
Zarrías presentó al magistrado una serie de documentos para "certificar lo que fue la literalidad de mis declaraciones". En concreto, el consejero recordó ayer en Granada que se limitó a preguntar si Javier Arenas y Manuel Pimentel, actual secretario de Estado para el Empleo, tuvieron alguna relación con la empresa de productos cárnicos Hijos de Andrés Molina y, en caso afirmativo, que aclararan cuánto habían cobrado. "A los pocos días", recordó Zarrías, "Pimentel respondió que sí, que había trabajado para Molina y había cobrado una cantidad que no precisó, ya que fue variando según se produjeron las declaraciones. La respuesta de Arenas fue simplemente el anuncio de la presentación de una querella". El consejero de la Presidencia insistió en que "los responsables públicos de este país tenemos la obligación de responder a las preguntas para que la opinión pública conozca si hay o no una cuestión como la que se ha planteado en estos casos. A partir de ahí deberá ser el magistrado quien actúe y decida". Zarrías matizó que él nunca hizo una afirmación sino que se limitó a lanzar una pregunta que aún, dijo, se sigue haciendo. "Ahora será el tribunal, en el que tengo total confianza, el que decidirá al respecto. Por lo bien que trabaja, estimo que la respuesta no tardará mucho en llegar", dijo. Sí resultó extraño, sin embargo, las tres horas y cuarto que Zarrías permaneció en la sala de lo Penal para una comparecencia que, en teoría, era un trámite sin complicaciones. El consejero de la Presidencia llegó a las 11.00 horas y salió poco después de las dos de la tarde. Zarrías, explicó la tardanza aduciendo que cualquier declaración judicial "es larga y hay que precisarla", pero luego reveló que parte del tiempo que pasó con Fernández-Viagas, antiguo letrado del Parlamento andaluz, lo dedicó a "charlar al margen de lo que ha sido la declaración". "Buena parte de la declaración ha sido comentar aspectos de la vida política y social de este país". "Tengo plena confianza en la justicia de este país y más en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía", subrayó el consejero. Zarrías no quiso precisar, sin embargo, los aspectos de su declaración, a la que no asistió ningún representante del ministerio fiscal. por falta material de tiempo. La querella de Arenas fue admitida a trámite después de que fracasara el acto de conciliación. Arenas interpretó que Zarrías lo acusó de obtener algún beneficio durante el traspaso de acciones desde la empresa de los Hijos de Andrés Molina al Instituto de Fomento de Andalucía. La querella entró en la sala de lo Penal, con sede en Granada, a comienzos del pasado mes de mayo después de que se frustrara el acercamiento entre las partes.
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