Las ONG españolas amplían su horizonte y trabajarán en Europa oriental y en Asia
Organizaciones conservadoras y católicas reciben el grueso de las subvenciones públicas
Las organizaciones no gubernamentales (ONG) españolas de ayuda al desarrollo están dejando de concentrarse en América Latina y en los países árabes para extenderse hasta lugares en los que nunca habían trabajado, como Suráfrica, Albania o China. Este fenómeno ha quedado puesto de relieve por el reparto de subvenciones a proyectos de desarrollo que acaba de efectuar la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). El grueso de los 8.000 millones que acaba de distritribuir han ido a parar, como en años anteriores, a ONG religiosas o conservadoras.
En algunos países de América Latina, como México o Uruguay, la cooperación española tiende a desaparecer porque empiezan a salir del túnel. Paralelamente, las ONG especializadas en la ayuda al desarrollo parten a la conquista, con el respaldo público, de nuevos ámbitos de actuación.En la lista de subvenciones otorgadas por la AECI aparecen, por primera vez, países como Albania, Suráfrica, India, Bulgaria, Uganda, Uzbekistán, China y Croacia, en los que las ONG no tenían casi presencia.
El grueso de la ayuda pública sigue estando destinado a proyectos en países en los que la cooperación española está firmemente establecida. Con casi ochocientos millones, Perú figura a la cabeza, seguido por Palestina (615 millones) y Guinea Ecuatorial (610 millones).
La aparición de proyectos subvencionados en cerca de una decena de nuevos países se explica, según Jorge de Urueta, jefe de gabinete técnico de la AECI, porque "a medida que algunos Estados empiezan a emerger las prioridades de la ayuda al desarrollo van cambiando hacia otras áreas".
Esta creciente dispersión geográfica de la cooperación no suscita, sin embargo, la unanimidad entre los diplomáticos que la supervisan. Algunos piensan que la ayuda al desarrollo -incluso la que se brinda a través de las ONG- debe ajustarse, a grandes rasgos, a los intereses de la política exterior, y que carece de sentido financiar proyectos en países como Uganda, Uzbekistán o Guinea Bissau, en los que ni siquiera España cuenta con una embajada. "Hay que hacer hincapié en Latinoamérica y en el mundo árabe", afirma uno de ellos.
La dispersión geográfica del reparto de esta primera convocatoria -la segunda tendrá lugar en otoño y su presupuesto será de menos de la mitad que el de primavera- se acompaña de su concentración en un puñado de ONG. Tan sólo 80 organizaciones reciben subvenciones, cuando en la etapa socialista su número era de 160. Ahora, por segundo año consecutivo, las ONG políticamente conservadoras o afines a la Iglesia católica son las más beneficiadas. "Llevan varios años recibiendo bastante más de la mitad del pastel", denuncia Francisco Fuentes, portavoz del PSOE en la Comisión de Cooperación del Congreso de los Diputados.
"Aunque con matices, todas las ONG tachadas de confesionales son cada vez más profesionales y menos confesionales", responde Jorge de Orueta. En el gabinete técnico de la AECI se asegura que todas estas organizaciones están siguiendo la pauta de Intermón, que, a pesar de su origen católico, es hoy día totalmente laica.
Otros expertos que trabajan para la cooperación creen que la mayoría de las ONG católicas evolucionan hacia el laicismo, con la excepción de algunas de ellas como, por ejemplo, Codespa, vinculada al Opus Dei, que no se ha deshecho de sus connotaciones religiosas.
En el hit parade de las ONG más subvencionadas esta primavera figura en primer lugar la Fundación para la Promoción Social de la Cultura (católica conservadora), que obtuvo 475 millones del Estado. En un segundo puesto se coloca la Federación Española de Religiosos de la Educación (413 millones), una organización a la que el PSOE también mimó porque sobre ella recae buena parte de la enseñanza que se imparte en Guinea Ecuatorial. En un tercer lugar aparece Codespa, (353 millones) en estrecha relación con el Opus Dei.
Las fundaciones cercanas al PP (Cánovas del Castillo y Humanismo y Democracia) reciben 283 millones, mientras que 160 millones van a parar a las que tienen "etiqueta" socialista.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.