Decepción en IU por el informe de Anguita sobre su cita con Almunia
Una amarga decepción. El informe que ayer por la mañana hizo el coordinador general de IU, Julio Anguita, a la dirección de la coalición fue para los miembros de ésta un jarro de agua fría. Nadie esperaba que del encuentro de Anguita y Almunia saliera una solución definitiva, pero en IU había la esperanza de que los socialistas terminaran por aceptar el inicio de diálogo propuesto por el coordinador general.Para algunos militantes de IU lo de ayer no es una sorpresa. Y ahora aprovechan para recriminar a Anguita que se haya entregado al PSOE sin ninguna prevención ni defensa. Son quienes opinan que con los socialistas "no se puede ir a ningún lado" y los que el próximo lunes plantearán a Anguita que la estrategia no es el diálogo sino la confrontación.
En la reunión de ayer por la mañana, Anguita expresó su decepción, pero también su deseo de que Izquierda Unida siguiera proponiendo como estrategia el diálogo y la unidad. En opinión del coordinador general, la actitud de Almunia no debe cambiar la estrategia de la coalición. Hay que decir que de los dirigentes presentes en la reunión, la mayoría compartía estas ideas y apostaba por mantener abiertas las conversaciones con el PSOE.
Lo previsto, según el PSOE
Sin embargo, desde el lado del PSOE no se aprecia decepción, ya que las cosas transcurrieron tal y como la dirección de este partido había diseñado. Distintos responsables socialistas preguntaron a Almunia, de manera informar, qué tal había ido la reunión y su respuesta fue: "Bien, según lo previsto".Lo previsto era que no hablaran de Asturias y así lo constataron ambos al terminar la reunión. Sólo hubo una referencia mínima al tema asturiano. Poco antes de despedirse, Almunia recordó a Anguita que no habían hablado de Asturias. El líder de IU rechazó hacerlo, y Almunia se limitó a recordarle que el PSOE no está dispuesto a solucionar el problema al PP.
No hubo necesidad de más palabras, puesto que Anguita sabe que los socialistas no quieren promover una moción de censura contra el presidente Sergio Marqués porque consideran que nada bueno les iba a reportar. El PSOE quiere que la crisis del PP se alargue lo más posible porque tienen esperanzas de ganar el Gobierno asturiano en las elecciones autonómicas en junio de 1998.
Dirigentes socialistas recordaron ayer que siempre que han llegado al poder al final de la legislatura les ha ido mal. El caso más sonado fue el de Cantabria. Tras la crisis del PP con el presidente Juan Hormaechea, el socialista Jaime Blanco gobernó 14 meses. Tras ese tiempo, las urnas brindaron al PSOE uno de los peores resultados de su historia reciente.
IU ofrece al PSOE sus cinco diputados en Asturias, que sumados a los 17 socialistas más uno que podría salir del Grupo Mixto, les darían los suficientes para hacerse con el poder. Los socialistas prefieren no intervenir.
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