El FMI recomienda desbloquear un crédito de 100.000 millones a Rusia
Stanley Fischer, vicedirector ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), aseguró ayer en Moscú que el Gobierno ruso ha pasado con éxito el examen al que ha sido sometido estos días por los miembros de una misión especial de este organismo. En consecuencia, recomendará al consejo de directores el desbloqueo de un tramo de 670 millones de dólares (unos 100.000 millones de pesetas) del crédito de 9.200 millones ya concedido. Si no hay ningún obstáculo de última hora, la decisión se anunciará hoy en Washington.
La Bolsa de Moscú reaccionó favorablemente. Después de que el primer ministro, Serguéi Kiriyenko, presentase el día anterior un duro programa de ajuste a diputados y líderes regionales, el mercado de acciones subió algo más del 3%. Poco para compensar las pérdidas, que han reducido su valor teórico en más de un 50% desde que empezó el año.El panorama económico ruso sigue lleno de incertidumbres, y la amenaza de devaluación del rublo se mantiene en pie. Ayer mismo, Andréi Ilarionov, director del Instituto de Análisis Económicos, aseguró que, con la actual política, la caída de la moneda es inevitable, y pronosticó que lo haría en un 50%.
Fischer se reunió ayer con Kiriyenko, y quedó convencido con lo que oyó. Por eso recomendó el desbloqueo del tramo del crédito, aunque con la reserva de que "la decisión final pertenece al Consejo de Directores del FMI". En realidad, esos 100.000 millones no significan demasiado para un país a cuyos trabajadores, por ejemplo, se les adeuda 15 veces esa cifra. Pero su entrega tiene un alto valor medido en términos de confianza.
Lástima que el FMI no esté tan dispuesto a echar mano a la cartera para aflojar entre 1,5 y 2,25 billones de dólares que Rusia dice necesitar para proteger al rublo del ataque de los especuladores. Esa negociación -que "será difícil", según Fischer- puede durar meses; además, su resultado se presenta incierto y, entretanto, puede producirse una hecatombe.
Entre los escépticos se encuentran el secretario del Tesoro norteamericano, James Rubin, y el líder líberal ruso Grigori Yavlinski. "No me imagino a nadie", afirmó ayer éste último, "dando tal cantidad de dinero. Sólo podría lograrlo un Gobierno apoyado por el 50% de la población". No es el caso. Ya se descarta que, si llega esa inyección financiera, proceda sólo del FMI. El ex vicejefe del Gobierno Anatoli Chubáis, en el que Yeltsin ha delegado el trato directo con los organismos internacionales, piensa más bien en un esfuerzo coordinado del propio FMI, el Banco Mundial y grandes bancos y Gobiernos occidentales.
Entretanto, llegaban a la Duma las leyes propuestas por Kiriyenko para superar la crisis. Un paquete que incluye un código fiscal como elemento clave para hacer realidad la utopía de no gastar más de lo que se recauda. Con una Cámara dominada por la oposición comunista y nacionalista, la batalla se prevé muy dura, más aún cuando se pretende que los diputados den el visto bueno antes de irse de vacaciones, el 16 de julio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.