La motivación sube nota

En el instituto Juan de Herrera de San Lorenzo de El Escorial han participado en este programa 150 alumnos de cinco clases. Han recibido 20 horas de Historia y de Ciencias Naturales, y ocho sesiones de tutoría basadas en el aprendizaje cooperativo.En las clases que tenían alumnos con un bajo nivel de motivación se duplicó el número de notables y se redujo un 36% el de suspensos en Historia. Se mantuvo el número de sobresaliente y notables en Ciencias Naturales, mientras que aumentó un 67% el de bienes y un 18% el de suficientes, y los suspensos se redujeron un 60%.

Las diferencias son aún más apreciables en los grupos que antes de poner en marcha el programa tenían un alto nivel de motivación: los sobresalientes se han multiplicado por cuatro, los notables han aumentado un 71% y los suspensos se han reducido un 87%.

Los grupos de alumnos se hicieron lo más heterogéneos posible, para lo cual se unieron estudiantes con diferentes niveles de solidaridad, razonamiento moral, actitudes hacia la violencia y la diversidad, nivel de rechazo de sus compañeros y rendimiento. La organización de las clases también cambia: los pupitres se sitúan formando círculos, y no hay libros sobre las mesas, sino recortes, fotocopias o grabadoras.

Para aplicar este método se establecen una serie de normas que cada profesor puede modificar para adaptar a su clase. Éste es un ejemplo sobre cómo se puede enseñar un tema de la asignatura de Historia de 1º de BUP, la cultura islámica, puesto en práctica en el mismo instituto:

-Se forman grupos de alumnos heterogéneos. Cada equipo trabaja sobre un solo tema, del que se tiene que hacer experto, como la religión, la organización política, la economía, las fiestas o la vida cotidiana.

-El profesor entrega a los alumnos un guión con las cuestiones de las que deben documentarse para cada tema y una serie de pistas sobre dónde buscar información: en periódicos, revistas y libros, preguntando a expertos o recogiendo opiniones por la calle.

-Posteriormente se forman otros grupos en los que cada alumno es el experto en un tema y debe explicar a los demás todo lo que sabe. -Cada estudiante recibe tres calificaciones: dos por su trabajo en el grupo (que suman la mitad de la nota) y otra por los resultados de un examen.

El 50% de los alumnos dice que le resultó más fácil preparar los exámenes que con una metodología convencional; al 30% le ha costado lo mismo prepararlos, y un curioso 20% tiene otra opinión que resume un alumno de 14 años: "Antes no sabía qué poner en los exámenes porque no sabía nada, y ahora porque sé demasiado". El 90% de los estudiantes dice que las explicaciones de sus compañeros le resultaron fáciles de entender.