Los responsables del Atlas Etnográfico advierten de la urgencia de investigar la cultura en trance de desaparición

El director del proyecto de elaboración del Atlas Etnográfico de Vasconia, Ander Manterola, advirtió ayer de la urgencia de investigar el patrimonio cultural de tradiciones que se encuentran ya en trance de desaparición. "Se están muriendo las personas que han sido testigos del siglo XX", afirmó . "El universo mental, las canciones o los cuentos que no recojamos se van con el que las ha vivido". Manterola presentó ayer el cuarto tomo del Atlas, realizado por los grupos Etniker del Instituto Labayru, siguiendo el modelo que puso en marcha su maestro, el antropólogo José Miguel de Barandiarán. El nuevo tomo del Atlas está dedicado a los Ritos del nacimiento al matrimonio en Vasconia, y sucede a los ya editados sobre La alimentación doméstica, Los juegos infantiles y Los ritos funerarios. Manterola anunció que la próxima entrega llegará en diciembre de 1999 y se centrará en las tradiciones del pastoreo y la ganadería. El Atlas Etnográfico surge de una investigación sistemática y exhaustiva de la "cultura inmaterial" de Euskal Herria, en palabras de la consejera de Cultura del Gobierno vasco, Mari Carmen Garmendia. El programa, siguiendo fielmente las pautas diseñadas por Barandiarán, recoge y registra desde los años 70 datos etnográficos en más de medio centenar de localidades dispersas por todo en ámbito cultural vasco. En concreto el cuarto volumen, nace tras realizar 66 encuestas en otras tantas localidades de Navarra, Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y el País Vasco francés. A lo largo de 17 capítulos, la publicación aborda los hechos culturales relacionados con mitos y ceremonias desde el nacimiento hasta la entrada en la edad madura. A lo largo de 800 páginas, se realiza una exposición de las costumbres, indumentarias y objetos materiales ligados a ritos que van desde las creencias vinculadas al parto y las tradiciones del bautismo, al noviazgo, los preparativos de la boda o el celibato, entre otros. Manterola subrayó que la magnitud del Atlas Etnográfico no sólo afecta a su volumen, sino también a la ambición del proyecto. Manterola recordó que el programa de elaboración del Atlas fue diseñado por Barandiarán y que aún hoy los investigadores de los grupos Etniker siguen prácticamente al pie de la letra los cuestionarios que él elaboró para ahondar en las tradiciones vascas. "Barandiarán lanzó la necesidad de hacer un Atlas y diseñó la forma de hacerlo", dijo. De esta forma, los grupos Etniker continúan la tarea de recopilación de la cultura tradicional iniciada hace más de 20 años. Los estudiosos implicados en la elaboración del Atlas recogen la información de manera directa, en un trabajo de campo que a través de testigos directos va dibujando las tradiciones que se han estado vigentes en el siglo XX. "Llegamos hasta donde llega la memoria colectiva de los investigadores", explicó Manterola. El principal obstáculo que encuentran en este recorrido es "la gran crisis cultural" de mediados de siglo, que supuso una revolución en el medio rural. "La cultura no es estática, está en cambio permanente", añadió, "pero la aceleración sufrida a partir de la década de los 60 pone en grave riesgo el patrimonio cultural de nuestra tradición".